Seamos sinceros, son pocas las personas que leen el manual de instalación o de uso de un artefacto recién adquirido. En su lugar simplemente lo conectan a la corriente eléctrica, lo encienden y listo. Esto es algo que jamás debe hacerse. Tómese el tiempo necesario para leer las instrucciones antes de siquiera conectar su televisor, refrigeradora, horno, licuadora, lavadora-secadora u otro artefacto que con tanto esfuerzo le costó tenerlo en casa. Esto evitará problemas de funcionamiento a corto y a largo plazo.

En tiempos de pandemia en que algunos servicios técnicos no están atendiendo normalmente, más el temor que existe de que un extraño visite su casa, hace imperiosa la necesidad del cuidado de sus electrodomésticos, el cual puede ser a diario, semanal o mensual, según el caso. Fabián Pazmiño, del servicio técnico de LG, dice que “el mantenimiento de usuario consiste básicamente en la limpieza de filtros, limpieza de superficies, limpieza de ductos, colocar protectores de voltaje. Lo que nunca debe hacer es desarmar el producto para acceder a las tarjetas, cableado eléctrico, partes internas del producto. El mantenimiento especializado debe ser realizado por personal técnico autorizado”. Así que si en algún momento se creyó MacGyver y pensó destapar el televisor para limpiarlo, olvídese. Solo causará un daño mayor, lo que le costará más el arreglo o, en el peor de los casos, el aparato dejará de funcionar indefinidamente.

Los mantenimientos de usuario y técnico especializado permiten que el producto opere correctamente, pero siempre y cuando se lo haga con las exigencias indicadas por el fabricante. “Esto hará que el producto sea eficiente, ahorre energía y alarga su vida útil”, añade Pazmiño. Entre las indicaciones están no usar líquidos detergentes o químicos que dañen o rayen la superficie de un aparato, inclusive los de cocina. También revisar las conexiones eléctricas, los cables, no usar regletas en las que estén conectados varios aparatos, no pegar la refrigeradora a la cocina porque esta emite calor. El valor económico que implica comprar uno nuevo no es un motivo suficiente, por lo que debe considerarse el hecho de que si es eléctrico, existe la posibilidad de que cause un cortocircuito dañándose o eche a perder otros aparatos del hogar; o peor aún causando un daño en el cableado eléctrico de la casa por el cual sí tendrá que pagar una considerable suma de dinero, sin mencionar el hecho de que puede provocar un incendio, como ha sucedido.

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Tenga en cuenta que si el usuario hace una intervención no adecuada puede quemar tarjetas, quemar motores, dañar partes mecánicas y móviles, estropear sensores, entre otros, ubicados en el interior de los aparatos.

No use líquidos abrasivos o contaminantes para limpiar su refrigeradora.

La refri: Ningún otro electrodoméstico funciona más que la refrigeradora. Así que lo mejor que puede hacer es tenerla limpia y ‘contenta’. Es necesario mantener limpio su interior, es decir, las parrillas y bandejas para evitar la proliferación de bacterias. Luego de las compras en el supermercado, limpie y lave todo lo que va a guardar en refrigeración. Ponga en orden todos los alimentos, ya que así permite que el aire frío fluya sin obstáculos para llegar a todos ellos y evita que alguno se dañe. En el exterior, las agarraderas de las puertas siempre deben estar limpias. No descuide la parte posterior, pues es el sitio donde más suciedad se acumula debido a que no está a la vista y su limpieza pasa por alto. Cada tres meses mueva cuidadosamente la refrigeradora para pasar la escoba o aspiradora y un trapo húmedo para sacar el exceso de polvo y pelusa del piso. Si su refrigeradora tiene dispensador de agua, cambie el filtro cada seis meses según el modelo y marca.

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El servicio técnico de Samsung recomienda no limpiar el refrigerador con benceno, diluyente o producto doméstico (como cloro). “Estos productos pueden dañar la superficie del refrigerador, incluso provocar un incendio. Evite rociar agua directamente sobre el aparato. Es probable que cause una descarga eléctrica. En el mercado existen líquidos diseñados para este tipo de limpieza. Use un paño seco o una toalla de papel para secar bien las superficies. Vuelva a conectar el cable de alimentación cuando haya terminado de limpiar el refrigerador”.

La licuadora: De vez en cuando desarme los componentes del vaso, es decir, la tapa, anillo de silicona y el portacuchillas, porque suele formarse moho o acumulación de alimentos entre ellos debido a la humedad. Sumérjalos unos 20 minutos en un chorrito de cloro y vinagre para una óptima limpieza.

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Separe el anillo de silicona y el portacuchillas del vaso para lavarlos y evitar el moho.

El horno: Si es de los que usan este aparato con regularidad, existen líquidos que arrancan la grasa fácilmente. No espere cada Navidad para limpiar la zona de cocción. Hágalo siempre luego de usarlo, especialmente cuando ha horneado alimentos que salpican grasas. Es el mismo caso para el microondas, para el cual puede adquirir una tapa antisalpicaduras para calentar alimentos. Esto permitirá que la comida no quede pegada en el interior.

El televisor: Basta con pasarle una franela o usar la aspiradora (con el cepillo más suave) para extraer el polvo y pelusa que se acumulan en la parte de atrás. Para limpiar la pantalla existen trapos en el mercado que no la rayan.

El acondicionador de aire: Todos traen filtros de aire extraíbles para facilitar su limpieza. Basta con sacarlos cada semana, lavarlos suavemente y dejar escurrir muy bien antes de colocarlos de nuevo en el aparato. No use productos abrasivos porque pueden dañar la estructura, especialmente la de las mallas. “Jamás deben utilizarse cepillos o agentes químicos para limpiar estos filtros, pues debilitan su composición y, por tanto, su efectividad”, aconseja el servicio al cliente de Samsung. El técnico debe hacer una limpieza más profunda del artefacto cada seis meses o más dependiendo el uso y la zona donde se ubique.

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La limpieza de los filtros del acondicionador de aire es simple.

La lavadora/secadora: El usuario debe asear el filtro de la lavadora y secadora en cada lavada/secada. Cuando termine de usar la lavadora, deje la tapa abierta para que se seque el interior, caso contrario podría coger mal olor debido a la humedad. Otro consejo es no sobrecargarla. Respete la capacidad (kilos) de ropa permitido por el fabricante. Si la sobrecarga, frecuentemente con demasiado trabajo o lava al día varias veces, es casi seguro que al poco tiempo deberá llevarla a un taller o comprar una nueva. Además, se desperdicia energía y el aparato no cumple de forma eficiente con su labor. El especialista de LG recomienda que un técnico revise estos aparatos cada año.

El filtro de la lavadora también necesita revisarse

La limpieza del filtro de la bomba de desagüe de emergencia de la lavadora debe hacerse cada quince días, por lo general. “Para hacerlo, coloque un trapo o una toalla en el piso debajo del filtro, ya que al momento de destapar el ducto puede salir un poco de agua. Gire el filtro en sentido contrario a las manecillas del reloj y retírelo. Debe sacar cualquier suciedad como motas u objetos extraños metálicos, como monedas, varillas, cadenas. Lave con agua corriente y seque bien. Vuelva a colocar el filtro en el lugar; para asegurarlo, gírelo en el sentido de las manecillas del reloj y ajuste bien”, recomienda Samsung.

La campana extractora de olores: Al igual que el acondicionador de aire tiene un filtro en el que se acumulan grasas y suciedad. Estas mallas metálicas se pueden retirar fácilmente. Prepare un remojo en el que entre el/los filtros (según el modelo) por completo con agua caliente, bicarbonato y unas gotas de vinagre o zumo de limón o bien un poquito de quitagrasas. Déjelos por unos 20 minutos para que la grasa se ablande. Si los filtros están muy sucios, es posible que el bicarbonato no sea suficiente, pero si se da el caso, una limpieza con amoniaco los dejará como nuevos. Después, enjuáguelos con agua caliente y frótelos de nuevo con agua y jabón usando un estropajo o bien un cepillo, pero con mucho cuidado para no doblarlos. Es muy importante escurrirlos muy bien antes de regresarlos a su sitio. Hay modelos que usan filtros de carbón. En este caso debe renovarlos cada cuatro meses si le da bastante uso a la campana. Para cambiarlos hay que retirar la cubierta exterior de la campana, por lo general está atornillada, así que debe tener a la mano un destornillador. Al moverla, puede retirar los filtros de carbón tan solo jalando de ellos. Antes de recolocar el nuevo filtro, limpie también la cubierta con un paño húmedo, secarla y entonces vuelva a atornillarla.

Si no se lavan los filtros de la campana extractora puede causar malos olores y daños en el artefacto.

Recuerde que casi todos los electrodomésticos modernos avisan cuando es tiempo de darles mantenimiento. Algunos tienen alarmas y avisos o sensores que se activan cuando el aparato sufre algún problema o necesite cambio. De allí que es importante que no pase por alto estas advertencias. Así también existen aparatos que incorporan baterías o pilas recargables. Preste atención al tiempo de vida de estas para que sus electrodomésticos funcionen adecuadamente.