Si ya era complejo sostener la atención de los alumnos durante una hora en el salón de clase, me pregunto cómo lo estarán haciendo, o cómo lo irán a hacer, los maestros en tiempos de educación online obligatoria sin ese plus que le da la interacción física.

Tengo cerca de mí dos casos de jóvenes que ahora estudian en línea. El primero, un chico de bachillerato que toma clases vía Zoom en horarios establecidos. De lunes a viernes se conecta a las 08:00 y, tal como si estuviera en el colegio, cada hora ingresa al aula virtual y recibe clases con un profesor diferente para tomar la materia que le corresponde. Termina a las 13:00 y se queda con tareas que debe subir a la plataforma antes del día siguiente.

El segundo caso es el de otro joven de colegio a quien le asignan tareas que debe resolver y enviar por correo electrónico o subir a una plataforma que el colegio haya contratado. Recurre a apuntes de clases anteriores o a material de lectura que le envían.

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Existen otros métodos, más elaborados, que nacieron en el mundo digital y por eso dominan las técnicas para hacer más dinámico el proceso de enseñanza. Combinan videos con documentos escritos y audios que complementan. En este caso todo el material de apoyo ya ha sido elaborado previamente y fue llevado al formato que corresponde.

El reto será el de impartir conocimientos y procurar que estos se incorporen en el alumno como un aprendizaje".

Mi interés por la educación me llevó a tomar unas clases sobre cómo enseñar y promover cursos por internet. En ellas evidencié, entre otras cosas, que ahora el profesor deberá dominar herramientas que antes no tenía que ni siquiera aprender. Conocí casos de maestras que se ponen nerviosas frente a una cámara, que no han sido entrenadas para desarrollar monólogos por largo rato, que les hace falta mirar a los ojos al interlocutor y que de tecnología apenas saben enviar correos electrónicos.

¿Ahora un profesor debe desarrollar habilidades de actuación?, ¿qué tan complejo es impartir conocimientos de su asignatura de manera virtual? ¿por qué hay quienes consideran que la educación virtual debe costar menos o, peor aún, debe ser gratuita?

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Pasamos de una infraestructura física desarrollada por un arquitecto que concibió el espacio para que las personas aprendan y nos trasladaremos abruptamente al mundo virtual, donde hay también un arquitecto que desarrolla una plataforma para cumplir el mismo objetivo y que además sea segura, inviolable, amigable, entre otras cosas. Y todo esto para un mercado relativamente novato.

Existen otros métodos, más elaborados, que nacieron en el mundo digital y por eso dominan las técnicas para hacer más dinámico el proceso de enseñanza".

Tan importante como el espacio físico o virtual, es el personal al que más le vale haber desarrollado la resiliencia. El reto será el de impartir conocimientos y procurar que estos se incorporen en el alumno como un aprendizaje. Si antes en una aula esto no siempre ocurría ¿qué pasará ahora? Será vital la retroalimentación, la búsqueda constante de nuevos métodos y sobre todo la creatividad para fluir y no chocar contra los obstáculos que se presenten. Pero eso cuesta energía, tiempo y recursos. Gratis no es. (O)