Una niña de cinco años de edad en Detroit, hija de dos trabajadores de primera línea, presentó un fuerte dolor de cabeza, sin ningún otro síntoma, poco después desarrolló una meningoencefalitis tras ser diagnosticada con COVID- 19 de manera tan repentina que falleció a los pocos días. Sucedió en Detroit (Estados Unidos). El caso enseguida alertó a la comunidad médica mundial, quien estudia esta condición como una de las nuevas complicaciones que causa el SARS-CoV-2.