La última vez que vimos al papa Pío XIII (Jude Law) este sufrió un infarto masivo en el final de temporada de El joven papa. Este evento se retoma en la primera escena de El nuevo papa, la continuación de la historia. Han pasado algunos meses luego de este suceso y Pío XIII duerme en un profundo coma, mientras una monja le da un baño de esponja de una manera… digamos poco apropiada para una monja y el papa. Corte a la delirante secuencia de créditos que acompañada de la canción Good Time Girl, de Soffi Tukker, nos muestra a un grupo de monjas en pijamas bailando al ritmo de la música, al pie de una gran cruz de neón que cambia de color, también siguiendo el beat de la canción. No cabe duda de que estamos ante una obra de Paolo Sorrentino, director y escritor italiano responsable de la cinta La gran belleza.

Pío XIII es sometido a un trasplante de corazón –el tercero– mientras un grupo de seguidores (que más parecen groupies) esperan al pie del hospital vestidos con capuchas negras y estampados con la figura del papa, mientras su “líder” viste igual, pero de rojo. Si bien ninguna de las operaciones ha funcionado, la resistencia del papa para aferrarse a la vida lo ha convertido ante los ojos de sus seguidores en una especie de santo. Esto preocupa al cardenal Voiello (Silvio Orlando), quien se las ingenia para convocar a un nuevo cónclave y elegir un nuevo papa.

Luego de una complicada elección, resulta ganador un franciscano que, fiel al ejemplo de San Francisco, quiere repartir toda la riqueza de la Iglesia entre los pobres, abre las puertas del Vaticano para que entren los refugiados y obliga a los cardenales a entregar sus crucifijos dorados y anillos para fundirlos y poder obtener más para los pobres. Esto, por supuesto, no puede ser permitido. Sin contar más de lo debido, los cardenales logran una nueva elección y es entonces cuando van tras John Brannox (John Malkovich) para que sea el nuevo papa, el protagonista de esta temporada.

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El arranque de esta temporada es tan frenético y surrealista como las apariciones espectrales de Jude Law durante la serie. El primer capítulo de la serie es todo lo que se espera de él: entretenido, blasfemo, visualmente espectacular, en fin, nos prepara para ocho capítulos más de puro placer culposo. Lamentablemente, El nuevo papa pierde pronto su ritmo con un segundo capítulo bastante plano, aunque visualmente sigue siendo sobrecogedor y hay uno que otro diálogo simplemente geniales. Habrá que ver el resto para un veredicto final.

Publicaciones internacionales como Rolling Stone, anotan que gran parte de la serie deja “un sentido general de vacío”, ya que es mucho espectáculo visual, pero la historia se complica y finalmente no profundiza mucho en ningún tema.

Caso aparte es la interpretación de Malkovich, que nos trae un papa igualmente peculiar que el de Law, pero muy diferente en su concepción del papado. Entre otras cosas, el papa en esta temporada tendrá encuentros con Marilyn Manson y Sharon Stone.

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Aunque con altibajos, vale la pena darle una oportunidad a El nuevo papa, ya que sin duda es uno de los grandes festines visuales que se han presentado recientemente en la televisión. Aunque la serie es producida por HBO, en Latinoamérica los derechos son de Fox Premium que la estrenará en su señal el 10 de abril. (O)