“Cuando tuve mi primera menstruación, a mi papá se le llenaron los ojos de lágrimas y me dijo: ‘Ahora te hiciste señorita’. En ese momento pensé… ¿cómo podía convertirme en algo que ya era? ¿O hasta ese momento yo había sido otra cosa y no lo sabía? ¿Qué era entonces, un hipopótamo?