El glaucoma es particularmente problemático porque en muchos casos no hay síntomas en las primeras etapas. Se estima que hasta el 50 % de las personas con glaucoma no saben que lo padecen.

Muchos estudios poblacionales han demostrado que uno de los mayores factores de riesgo de glaucoma son los antecedentes familiares de la enfermedad. Una de las cosas más importantes que puede hacer es hablar acerca del glaucoma con su familia y motivarla para que adopte medidas que le ayuden a conservar la visión, recomienda la doctora Constance O. Okeke, especialista en glaucoma y cirujana de cataratas, profesora adjunta de oftalmología en la Eastern Virginia Medical School de Norfolk, VA.

Cuando sus familiares lo visiten, o en las reuniones familiares, hable acerca del glaucoma e invite a los miembros de su familia a que se hagan una verificación ocular mediante un examen de ojos completo; eso puede hacer una diferencia real.

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A veces el glaucoma no causa síntomas al principio, pero cuanto más pronto se detecta, más fácil es de tratar. Invitar a los miembros de la familia a que se hagan ese chequeo es una manera de asegurar que no pierdan la visión, pues una vez que se pierde, es imposible recuperarla.

La importancia de la herencia

Los estudios genéticos parecen indicar que más del 50 % de los casos de glaucoma son de tipo hereditario. Esta enfermedad es claramente hereditaria, sobre todo entre los hermanos: el índice de glaucoma puede ser diez veces más alto entre los individuos cuyos hermanos padecen de glaucoma. Es probable que al menos quince de los pacientes con glaucoma tengan como mínimo un hermano con glaucoma y que esa persona ignore por completo su enfermedad. Recuerde: todos los parientes consanguíneos tienen mayor riesgo.

Cada vez que comparta su información de salud con los miembros de su familia (haciéndoles saber que padece de glaucoma y que ellos podrían estar en riesgo) es probable que esté haciéndoles un regalo de visión, aunque le apene abordar el tema. Las reuniones familiares son una buena oportunidad de obtener información valiosa sobre los antecedentes familiares de salud cuando varios miembros están presentes y pueden contribuir a enriquecer los conocimientos acerca de la familia.

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Glaucoma en bebés y niños

El glaucoma infantil (también conocido como glaucoma congénito, pediátrico o de la infancia) afecta a bebés y niños de corta edad. Por lo general, se diagnostica durante el primer año de vida.

Esta es una afección infrecuente que puede ser hereditaria, y se debe al desarrollo deficiente del sistema de drenaje de los ojos antes del nacimiento. Esto aumenta la presión en el interior del ojo, lo que a su vez daña el nervio óptico.

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Los síntomas de glaucoma infantil son los ojos abultados, opacidad de la córnea y fotosensibilidad (sensibilidad a la luz).

¿Cómo se trata?

En los casos sin complicaciones, la cirugía puede corregir en muchos pacientes los defectos estructurales. En otros es necesario recurrir también a fármacos.

Los tratamientos médicos pueden incluir el uso de gotas oftálmicas tópicas y medicamentos orales. Estos tratamientos ayudan a aumentar la salida de líquido del ojo o a disminuir la producción de líquido del ojo. Ambos efectos reducen la presión ocular.

Existen dos tipos principales de tratamiento quirúrgico: cirugía de filtración y láser. La cirugía de filtración (también conocida como microcirugía) consiste en el uso de pequeñas herramientas quirúrgicas para crear un canal de drenaje en el ojo. Por el contrario, en la cirugía láser se usa un pequeño pero poderoso rayo de luz para crear un pequeño orificio en los tejidos del ojo.

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Qué se puede esperar

Miles de niños con glaucoma viven a plenitud. Esta es la meta ideal del control del glaucoma. Aunque no es posible restaurar la pérdida de visión, sí es posible optimizar la visión restante del niño. Otro factor de igual importancia es fomentar la independencia y la participación del niño en sus propios cuidados.

Signos de glaucoma infantil

- Ojos inusualmente abultados

- Lagrimeo excesivo

- Ojos borrosos

- Sensibilidad a la luz

Tipos de cirugía

Los médicos generalmente recomiendan la cirugía láser antes que la convencional, a menos que la presión del ojo sea muy elevada o que el nervio óptico esté gravemente dañado. Durante la cirugía láser se usa un haz de luz focalizado para producir una quemadura o abertura muy pequeña en el sistema de drenaje del ojo. Esto ayuda a aumentar el flujo de líquido fuera del ojo.

Por el contrario, la cirugía convencional (microcirugía filtrante) comprende la generación de un orificio de drenaje mediante el uso de un instrumento quirúrgico. Esta nueva abertura permite que el líquido intraocular eluda los canales de drenaje obstruidos y fluya por este nuevo canal artificial de drenaje.

Cuando la cirugía láser no logra disminuir la presión ocular de manera satisfactoria o la presión comienza a elevarse nuevamente, es posible que el médico recomiende una cirugía convencional. La cirugía de glaucoma puede realizarse muchas veces sin riesgos considerables.

Fuente: Glaucoma.org