Los abusos y agresiones contra las mujeres se han intensificado. Con mucho dolor recibimos noticias de personas conocidas que han perdido a su hija por feminicidio, y se han hecho más recurrentes los casos de denuncias de violaciones y desapariciones.

En México, la muerte de una pequeña niña llamada Fátima fue la gota que derramó el vaso y ante la falta de respuesta de las autoridades de este país es que el colectivo veracruzano feminista llamado Brujas del Mar lanzó la convocatoria en redes sociales bajo el hashtag #UnDiaSinNosotras.

Bajo el lema “El 9 ninguna se mueve”, por iniciativa de este colectivo, se espera que en todo México no haya ni una mujer en las calles, en las escuelas o en los trabajos. Suena paradójico, pero ya muchos jefes han dado la autorización para que ese día las mujeres falten. Y se han unido universidades, escuelas y empresas que consideran necesario hacer un llamado de atención a nivel nacional.

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A esta propuesta se ha integrado una acción más que consiste en estar offline. ¿Qué significa eso? Quiere decir no estar tampoco presentes en las redes sociales, eliminar la imagen de perfil ese día, no postear mensajes ni fotos. Es decir que quedarse en casa no será para andar en el Facebook, será para silenciar por completo nuestra presencia real y virtual.

En los últimos años quedarse en casa ya no nos resulta difícil, habiendo tanto que ver en Netflix o en el “feis”. Por eso pienso que esta última acción será para muchas más sacrificio que otra cosa. Sin embargo, algo muy positivo es que quien quiera acompañar virtualmente a México puede unirse a esta manifestación en las redes desde donde esté. Sería una forma de solidarizarse a la distancia. Lo dejo caer por aquí por si a alguien le hace sentido.

Porque el problema no es solamente en México. Las Naciones Unidas confirman que “América Latina alberga 14 de los 25 países con las tasas de feminicidio más altas en el mundo” y, dicho por el Observatorio de Igualdad de Género de esta misma organización, Ecuador está entre los 25 países con mayores tasas de feminicidios en el mundo.

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Fue el caso de la niña Fátima el que despertó la sensibilidad de un grupo de personas en México y motivó a hacer algo. Me pregunto si el caso de Adriana y su pequeño hijo Santi, recientemente ocurrido en Guayaquil, no despierta algo en nosotras o en las autoridades que velan por nuestra seguridad.

Aunque algunos dudemos de la efectividad de las marchas y los paros, siento que son la oportunidad para dar un mensaje, para exigir respuestas y para evidenciar que hay algo que debe sanar. El 9 de marzo no se celebra el día de nada ni es un día festivo, pero es un día de protesta y solidaridad. Y llevarlo al ámbito virtual es la oportunidad de hacer que ese mensaje llegue a todo el mundo. Por Fátima, por Adriana y por los miles de víctimas cuyos nombres no conozco, mañana estaré offline.