No hace falta mucha imaginación para temer las consecuencias de una aplicación de reconocimiento facial que realmente funcione: introduciendo una foto, cualquiera sería identificable mientras estuviera en un sitio público. Por el Estado, pero también por ladrones y estafadores, acosadores o violadores. Quienes asistan a una manifestación política, por ejemplo, pueden temer ser identificados. Según una investigación del The New York Times, esa aplicación ya existe: la de la start-up neoyorkina Clearview AI.

Tres mil millones de fotos en línea

"La nueva dimensión con Clearview radica en la gran cantidad de datos biométricos recopilados", explica Frederick Richter, director de la Fundación para la Protección de Datos alemana. "Por supuesto, es aterrador lo fácil que es crear una base de datos de este tipo a partir de fuentes fácilmente accesibles, como las redes sociales".

Según el informe del NYT, Clearview utiliza redes como Facebook y Youtube y busca entre las innumerables fotos disponibles en línea para encontrar caras. Almacena enlaces e información sobre la imagen en sus bases de datos, incluida la información biométrica convertida en un gráfico vectorial que hace que cada cara sea única. En el folleto publicado por el NYT, Clearview alardea de tener ya tres mil millones de tales conjuntos de datos. El FBI solo cuenta con 411 millones de imágenes vectoriales.

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La base de datos de Clearview también está vinculada al software que la compañía anuncia como el más preciso del mundo, con un nivel de acierto de 98,6 % al identificar a una persona.

Uso policial de imágenes personales

En la parte superior de su sitio web, Clearview promete "tecnología que ayuda a resolver los crímenes más difíciles". Según NYT, más de 600 agencias de investigación se hicieron clientes de Clearview el año pasado. El periódico describe cómo la policía en el estado de Indiana probó la aplicación y resolvió un caso en 20 minutos: la foto que un transeúnte había tomado de un presunto tirador no devolvió ningún resultado en sus propias bases de datos, pero la de Clearview encontró una coincidencia en un video en el que aparecía además el nombre del sospechoso en el encabezado.

Clearview escribe en su sitio web que su tecnología ha ayudado a las autoridades a localizar a "cientos de delincuentes fugitivos", "incluidos pedófilos, terroristas y traficantes de esclavos sexuales".

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¿Pueden hacer eso?

La pregunta sigue siendo si Clearview infringió la ley al recopilar fotos en línea. La práctica está prohibida en los términos de uso de redes sociales como Facebook, Instagram y Youtube; Twitter incluso prohíbe explícitamente el uso de sus datos para reconocimiento facial. Clearview no respondió los requerimientos de DW para explicar cómo hizo el llamado "scraping" ('arañado') de datos. Sin embargo, el fundador de la compañía, Hoan Ton-That se justificó ante el NYT: "mucha gente lo hace". Facebook lo sabe.

Autoridades estadounidenses y canadienses se citan como clientes de Clearview en su sitio web. "Tal como están las cosas, no creo que un modelo como Clearview sea factible aquí", opina Richter. "No lo veo compatible con los derechos fundamentales protegidos en Europa, no es posible instalar este tipo de vigilancia total por parte del sector privado".

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Esto se debe principalmente al Reglamento General de Protección de Datos, en vigor en la Unión Europea desde 2018 y aplicable también a las empresas extranjeras que ofrecen sus servicios en Europa. El reglamento reconoce el derecho del ciudadano a proteger sus datos personales, responde el abogado de medios Christian Solmecke a las preguntas de DW.

"Las compañías, por lo tanto, tienen la obligación de proporcionar información" incluso aunque los datos provengan de un tercero como Facebook o Instagram. "Clearview probablemente no informó a los interesados de esta manera, lo que significa que la recopilación de datos fue ilegal", explica Solmecke.

En concreto, afirma el abogado, los interesados ​​en Europa podrían solicitar información sobre sus datos personales, reclamar daños y presentar quejas ante las autoridades supervisoras.

Sopesando entre seguridad y libertad

Mientras que el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, está considerando introducir el reconocimiento facial en algunos lugares, la Comisión de la UE, con Ursula von der Leyen al frente, está tomando el camino opuesto: en el borrador del documento de política sobre inteligencia artificial, se habla de prohibir temporalmente el reconocimiento facial. "Hay que encontrar un compromiso entre la seguridad y la protección de datos", dice Frederick Richter, de la Fundación para la Protección de Datos. "No existe un derecho fundamental superior, ni de un lado ni del otro".

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En Estados Unidos, donde Clearview está activo, ni siquiera existe una ley nacional de protección de datos. "La jurisprudencia desde la década de 1960 dice que mientras no sea en la esfera privada, no se puede reclamar", dice Richter.

Clearview obviamente extiende esta máxima a Internet. La reportera del The New York Times, Kashmir Hill, escribe en su artículo que no ha conseguido hablar con nadie de Clearview tras intentarlo por meses. Durante su investigación, le pidió a los agentes de policía que introdujeran una foto suya en la aplicación. Poco después, Clearview llamó a la policía y preguntó si habían hablado con los medios: "Una señal de que Clearview tiene la oportunidad y, en este caso, el interés de observar a quién buscan los agentes de la ley". (I)