Un año más que termina y con él cientos de películas que por uno u otro motivo han captado nuestra atención. Ese es el caso de las seis cintas que componen esta lista, inicialmente pensada como un Top 5, pero, a veces, no se puede escoger solo cinco.

Mención de honor: ‘Guasón’ (Todd Phillips)

La historia del Guasón como nunca antes nos la habían contado. Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) es un aspirante a cómico que trabaja de lo que puede para cuidar a su madre enferma. Pero este hombre, que lo único que busca es que se rían con él, solo consigue que se rían de él, hasta el punto que su frágil salud mental llega a un punto límite y cambia los chistes por un arma. Una de esas películas antisistema que no nos deja indiferentes, en gran parte por la actuación de Phoenix que nos va llevando de la mano a ser testigos de su decadencia en medio de una sociedad que en lugar de ayudarlo, solo consigue destruirlo.

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5. ‘Érase una vez en Hollywood’

(Quentin Tarantino)

Leonardo Dicaprio y Brad Pitt son los protagonistas del filme en el que Tarantino nos transporta a la década del 70 y nos introduce en el mundo de Hollywood. La película tiene todos los ingredientes característicos del director: diálogos excéntricos, personajes inolvidables, violencia extrema y una reinterpretación de la historia mucho más satisfactoria que la oscura realidad. Mención especial a Margot Robbie, como Sharon Tate, en un papel casi sin diálogos y con poco tiempo en pantalla, pero que indiscutiblemente la ilumina cada vez que aparece.

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4. ‘Historia de un matrimonio’ (Noah Baumbach)

Protagonizada por Adam Driver y Scarlett Johansson. Esta es la historia del divorcio de una pareja que alguna vez se amó. Aunque al principio tratan de ser lo más civilizados posibles en su separación, todo cambia cuando Nicole (Johansson) se muda a Los Ángeles para grabar una serie de televisión, mientras que su esposo, Charlie (Driver) se queda en Nueva York para seguir dirigiendo sus obras de teatro. Ya en Los Ángeles, a Nicole le recomiendan contratar a una abogada y es en ese momento cuando las cosas toman un giro. Esta pareja que quería hacer todo de la mejor manera por ellos y por su hijo, termina enfrentada, diciéndose cosas hirientes que jamás se habían dicho. Actuaciones extraordinarias, un guion bien estructurado y con diálogos inteligentes. Se puede ver en Netflix.

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3. ‘El irlandés’ (Martin Scorsese)

Esta es una película de la mafia como solo Martin Scorsese la puede contar, o sea, con calidad y maestría. Dura tres horas y media, pero con actuaciones como las de Robert de Niro, Al Pacino y Joe Pesci, no se sienten. Es la historia de Frank Sheeran (De Niro) que pasa de ser un camionero a uno de los más respetados asesinos a sueldo de la mafia. Una cinta épica que muestra una de las grandes historias de la mafia, sus códigos, la búsqueda del poder, la lealtad, la amistad, las contradicciones de los personajes, y finalmente, la búsqueda de la redención. Disponible en Netflix.

2. ‘Parásitos’ (Bong Joon-ho)

Tal vez la película más original de la lista. Una familia surcoreana de escasos recursos se las ingenia para trabajar con una familia de la clase alta por medio de un efectivo juego de engaños y trampas en el que fingen no conocerse para poder compartir el mismo espacio. Es así como terminan convirtiéndose en los parásitos a los que hace alusión el título, pero esta historia no puede tener un final feliz y no lo tiene. Es divertida e inquietante a la vez que nos hace reflexionar sobre las dos caras de una sociedad. Imperdible.

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1. ‘Dolor y gloria’ (Pedro Almodóvar)

Antonio Banderas se vuelve a poner a las órdenes de Pedro Almodóvar para brindarnos tal vez la mejor interpretación de su carrera. En esta ocasión Banderas da vida a Salvador Mallo, un director cinematográfico que ha tenido sus momentos de gloria, pero que ahora se encuentra prácticamente retirado viviendo momentos de dolor que se manifiestan en sus problemas de espalda, pero más que nada, en algunos asuntos personales no solucionados. Una cinta profunda, íntima y conmovedora que presenta al personaje principal la posibilidad de reencontrarse consigo mismo para lograr su redención. (O)