Un mundo lleno de vicios, así puede ser internet. La red es una gran aliada para la humanidad en una infinidad de aspectos, como en la salud, comunicación, información en general  y, obviamente, el entretenimiento. Pero en este último aspecto (en boca de los más acérrimos conservadores)  internet y sus ‘hijas’,  las redes sociales,  pueden ser los paladines de los vicios, específicamente  en lo que se refiere a los siete pecados capitales: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia.

La importancia y el tiempo que la población ha dado a muchas redes sociales y otros sistemas hace que bien estos ‘pecados capitales’ al fin tengan un rostro visible en el mundo digital. Es que los aspectos que pueden caracterizar a algunas redes bien pueden ser claros ejemplos de usuarios ‘pecadores’.

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Lujuria 

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) la define como “deseo  excesivo  del  placer  sexual” o  “exceso  o  demasía  en  algunas cosas”. No se trata de consumir pornografía o algo parecido,  internet está inundada de este tipo de contenido desde prácticamente su creación. Lo nuevo en el ciberespacio es conseguir  una o varias parejas sexuales sin ningún otro compromiso,  con tan solo deslizar una foto  o darle ‘Like’. No había sido tan fácil desde que aparecieron Tinder o Grindr.

Gula 

Un  “exceso  en  la comida  o  bebida,  y  apetito  desordenado  de  comer  y  beber” ¿Se le hace conocido? Si no es así, entonces es suficiente con que inicie sesión en su cuenta de Instagram. Busque hashtags como #yummy #food o #delicious y verá cómo los instagramers se rinden, al menos en fotos, a la gula con infinidad de platos y recetas, que no dudan en exponer ante sus seguidores.

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Avaricia

Un afán  desmedido  de poseer  y  adquirir  riquezas  para  atesorarlas. Con las ventajas que ofrece la tecnología ya no es nada difícil buscar posesiones; la humanidad ya no debe pues buscar 'tesoros' en islas inhóspitas para su satisfacción. Hoy es suficiente con abrir sesión en Amazon o similares. Allí encontrará una variedad sin fin de artículos para satisfacer  sus necesidades básicas y otras no tan necesarias, y sin necesidad de salir de casa, pues le llegarán a la puerta.

Pereza

 La RAE la define como flojedad,  descuido  o  tardanza  en  las  acciones  o  movimientos. Si es de este grupo, ya ni se toma la molestia de ir al cine para ver las novedades cinematográficas, en su lugar -y luego de un tiempo prudencial-  compra DVD o se las descarga a sus dispositivos personales. Pero incluso esas últimas situaciones ya no están en boga, pues ahora existe algo aún más novedoso, un ‘pecado’ que puede mantenerlo durante horas y hasta días frente a una pantalla,  con ansias de más: Netflix. 

Ira

“Sentimiento  de  indignación  que  causa  enojo”, “repetición  de actos  de  saña,  encono  o  venganza”, “apetito  o  deseo  de  venganza”. Aquí no hay que darle muchas vueltas al asunto, solo entre a Twitter y verá todas estas descripciones.

Envidia

Es descrita como tristeza  o  pesar  del  bien  ajeno o emulación,  deseo  de  algo  que  no  se  posee. “Les presento mi nuevo auto de tres ruedas”, “En mi  viaje por el Polo Norte”, “Mi nuevo iPhone 12”, estas descripciones (aquí un poco exageradas) son las clásicas en el ‘libro de caras’, Facebook. Dentro de esta red  social  -que guarda mucha información de sus usuarios, y por lo que se ha metido en muchos problemas-, la envidia (sana o no) siempre estará presente. 

Soberbia

Altivez  y  apetito  desordenado  de  ser  preferido  a  otros. Su mejor presentación, habilidades  y cara, eso es lo que mostrará en su hoja de vida para ser seleccionado por encima de otros. Ya no hablamos de una hoja con nuestros datos que, en muchos casos, terminará como papel de reciclaje. Ahora lo fuerte es hacerlo en  Linkedin, sí, allí -sin el menor pudor- se expondrá lo mejor que uno sabe hacer (aunque en algunos casos no sea cierto, necesariamente). (I)