He leído en los últimos meses, en varias publicaciones, algunos artículos sobre el incremento del consumo de cervezas y vinos sin alcohol, sobre todo en grandes mercados como Estados Unidos, Francia y otros países de Europa donde ya se ha madurado bastante la idea de beber, pero sin (o muy baja) graduación alcohólica. La cuestión es que el consumo está aumentando gracias a la tendencia creciente de las nuevas generaciones que buscan el cuidado del cuerpo y la alimentación más sana y natural.