El tango no es un género para personas mayores, afirma Luis Bravo, director argentino y creador del espectáculo Forever Tango, convencido de que el público de una nueva generación ha comenzado a interesarse por este ritmo latinoamericano.

“Hoy lo baila la gente joven fabulosamente, es una maravilla. Yo voy a las milongas y están llenas de gente joven que no pasan de los 20 años o ni siquiera llegan a los 40. Hay muchos tabúes que tenemos que erradicar del mundo del tango”, comenta.

Esta semana, él y su equipo de bailarines y músicos se encuentran en la ciudad para preparar la presentación que ofrecerán en el Teatro Centro de Arte, el viernes 1 de marzo.

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Se trata de un espectáculo con 30 años de trayectoria, con funciones en Broadway (Nueva York, Estados Unidos) y con un repertorio que se renueva constantemente. “Se modifica como se cambian las células del cuerpo. La supervivencia está en regenerar. Es una obra que nace y muere todas las noches”.

Bravo cree que el éxito y la permanencia del espectáculo a través del tiempo se deben a varios factores: el primero, la honestidad con la que se creó el show, tanto artísticamente como en el respeto que guardan hacia el trabajo. Hacen lo que les gusta y entregan lo mejor.

“El otro aspecto es la gran capacidad de trabajo que tiene el elenco, la calidad de los intérpretes. Una producción de este tipo requiere de gente que esté comprometida, que quiera la obra con pasión y amor, si no sería muy difícil”.

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“Es un show que lo va a conmover. Ocho millones de personas lo han visto en el mundo y lo han aceptado de gran manera. Escucharán una maravillosa orquesta con música increíble y bailarines maravillosos, además de un cantante fantástico”.

Puro arte

Bravo cree que la fascinación por este género se debe a la secreta aspiración que guarda cada persona por expresar aquellas emociones que no siempre resultan visibles. “La gente se sorprende mucho con el abrazo del tango, pero debería ser lo más normal. Vivimos en un mundo tan aterrador y nos llama la atención que la gente se abrace. Es imposible que se abrace en el tango si no se sabe abrazar en la vida”, subraya.

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“El tango es una tragedia que se baila y cada uno tiene su propia tragedia. Si se baila con otro, son dos intenciones que van juntas. Lo fantástico es cómo hacer que esas dos intenciones se entiendan desde el momento que se toman para bailar lo mismo”.

Entradas: $ 50, $ 70, $ 90 y $ 120. A la venta en TicketShow.