Para hablar de infección gastrointestinal primero se deben reconocer los síntomas digestivos, que pueden ser bajos, como lo diarrea, también puede ser una diarrea acompañada de moco, sangre o ser acuosa; y los altos, como náuseas, vómitos y dolor en epigastrio, “que la gente lo llama dolor en la boca del estómago”, explica José Francisco Mendoza, gastroenterólogo.