Hoy se conmemora el Día Internacional de la lucha contra los Trastornos Alimenticios, de los cuales los más conocidos o comunes son la anorexia y la bulimia, según la psicóloga María Fernanda Calderón.

Estos son calificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como trastornos mentales y de comportamiento, ya que se trata de una alteración de conducta respecto a la comida, tanto en su elección, consumo, eliminación y su relación directa con el peso corporal.

Anorexia

La principal característica de este trastorno, según explica Calderón, es el miedo irracional a subir de peso, lo que lleva al extremo los deseos de bajar de peso, distorsiona la realidad y la persona se considera con sobrepeso, aunque atraviese una delgadez muy visible.

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Esto último precisamente es su principal signo de alarma, junto a conductas de rechazo o miedo a comer. Entre sus consecuencias más graves están los trastornos digestivos, fatiga, problemas cardiovasculares, disfunción renal, ausencia de la menstruación, entre otras secuelas, incluso, irreversibles, así como la muerte.

Bulimia

Por otra parte, este trastorno de conducta alimentaria consiste en “la ingesta excesiva o compulsiva de alimentos, con sensación posterior de culpabilidad y malestar, lo que conlleva a la persona a buscar un método de eliminar lo ingerido, generalmente a través del vómito inducido”, señaló la especialista.

A diferencia de la anorexia, la bulimia puede no ser advertida por el entorno de la persona, ya que es posible mantener un peso considerado normal.

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Entre las señales más notorias están el impulso por ingerir cantidades de comida, así como conductas purgativas para ‘equilibrar’ lo que se consumió.

Y así mismo, sus consecuencias más comunes son los problemas gastrointestinales, depresión, lesiones bucales o esofágicas a causa del vómito, entre otros.

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Cómo ayudarlos

Para ayudar a personas con estos trastornos lo principal es no juzgarlos o criticarlos, al contrario, hay que escuchar sus problemas, se pueden sentir avergonzados, por lo que el apoyo de terceros será muy importante.

Si bien se le debe sugerir buscar ayuda, es poco apropiado presionarla, ya que su ansiedad puede aumentar y complicarse.

Tampoco se debe insistir en que coma o que deje de comer, según sea el caso, esto puede reforzar su conducta inapropiada.

Esconder la comida no es una opción, lo más recomendable es buscar ayuda con un especialista para poder llegar a la persona con el problema de la mejor manera posible y lograr que voluntariamente cambie sus hábitos. (F)

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