A las personas que padecen enfermedades crónicas como hipertensión, cardiopatías y diabetes les restringen el consumo de sal porque esta tiene sodio que eleva el nivel de la presión.

Esto se debe a que la sal de mesa ha sido refinada mediante un proceso que elimina muchos minerales necesarios para el organismo.

Hoy existe la alternativa de la sal marina de la que se mencionan muchos beneficios para la salud. Pero ¿qué tan cierto es todo esto?

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El médico cirujano Jorge Swett, dedicado a la investigación inmuno-oncológica explica que una sal marina virgen, orgánica, no procesada y cien por ciento natural, libre de químicos regula la presión arterial y se encarga del transporte del calcio a las celdillas óseas, es decir, donde debe estar para prevenir la temida osteoporosis.

“Lo dañino es el cloruro de sodio o sal común que es la causante de retención de líquidos. Pero la sal marina virgen es cloruro de magnesio y el magnesio es lo que le hace falta al cuerpo. La sal marina tiene sodio pero en muy bajo porcentaje”, admitió el especialista. Por eso, señala, es fabulosa para diabéticos e hipertensos y les regula la acidez estomacal.

Agregó que es un antiplaquetario natural, es decir que evita las trombosis. “Un paciente cardíaco puede consumirla con seguridad en bajas dosis”, afirmó.

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Enrique Avellán Portés, presidente de Lindasal y paciente hipertenso hace 20 años, detalla que la sal que él produce comercializa proviene de una salmuera no madurada. Sus minas se encuentran en Salinas. “Tengo 17 años de no tomar pastillas y consumo esta sal cuyo yodo es natural y es rica en magnesio”, mencionó. (F)

Las grandes marcas de sal solo producen sodio y le aumentan yodo. La sal marina virgen tiene yodo natural, un mineral que evita las enfermedades tiroideas.Dr. Jorge Swett.