“No merecemos pasar por tanto dolor, deberíamos estar en casa, felices, conversando de algo, hablando sobre tus hijos, que ahora se quedan solos, no aquí, llorando por tu partida”. Eran las palabras que, entre lágrimas, decía una familiar de Mayvelin Camila Vergara Martillo, de 24 años, quien junto con su esposo, Jefferson Dávila Hurtado, fue una de las 17 víctimas de la masacre del bar La Clínica en la parroquia Guayas, en El Empalme.