Bajo un sol extenuante y varias horas haciendo fila, decenas de personas de diferentes sectores de Guayaquil y de provincias prefieren acudir a las fábricas que envasan oxígeno medicinal. Comprar los tanques o recargarlos ahí les resulta económico, pues en los locales que ofrecen el elemento en la ciudad este es escaso y costoso. Esa es la realidad de quienes tienen familiares infectados con COVID-19 y que los tratan en sus domicilios.

Una de estas fábricas es Swisgass, situada en la vía Durán-Tambo, donde todos los días recibe a cientos de personas que buscan oxígeno.

Darío Páez, habitante del sur de Guayaquil, comenta que lleva quince días asistiendo al lugar a comprar oxígeno para su esposa que tiene COVID-19, y no recurre a los establecimientos pequeños porque le cobran $ 100 por recargar un tanque de 6 m³, mientras en las fábricas vale $ 25.

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Los usuarios esperan horas hasta que les toca el turno de recibir el oxígeno. Ellos tienen que enseñar el certificado médico del paciente que requiere el producto o de la casa de salud de donde viene. El personal revisa estos documentos y al instante envía un comunicado para que se entregue el producto. Eso demora una hora.

“Vale la pena esperar, ya que prefiero gastar menos que en otros negocios pequeños de oxígeno”, dice Fernando Morales, morador del cantón El Triunfo (Guayas), que este martes requería dos cilindros para su mamá que está enferma de COVID-19.

De tres a cuatro tanques de oxígeno se llevan las personas particulares para estar equipados en una u otra emergencia, explica la asistente de esta planta.

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Las largas filas se pueden evidenciar desde las 07:00, todos los días, porque la demanda de tanques de oxígeno ha rebasado la producción y el envasado en esa fábrica, así como en otra ubicada en la misma zona de Swissgas y otra ubicada en el norte de la ciudad.

Los locales pequeños de Guayaquil, ubicados sobre todo en la vía a Daule y que al inicio de la pandemia hace más de un año estaban llenos de clientes desesperados, permanecen ahora vacíos por los altos precios a los que venden el producto, pues el costo llega hasta los $ 100.

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Isaías Coello, conductor de una ambulancia en Palestina, se encontraba indignado, ya que estos pequeños locales van a la distribuidora a recargarse de mínimo cuatro tanques para poder revenderlos a los clientes. “Todo es un negociado”, comenta Coello.

Personal de diferentes establecimientos pequeños de oxígeno en la ciudad acude a las fábricas a comprar cilindros. Foto: José Beltrán

El pasado 29 de abril, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional solicitó al Ministerio de Salud que, en coordinación con el Ministerio de la Producción, se prohíba la exportación del oxígeno medicinal debido a que aumentó la demanda local.

Juan Zapata, presidente del COE nacional y director del ECU-911, agregó que están notificando al Ministerio de Gobierno para que con las gobernaciones e intendencias se impida la especulación.

Sobre los precios, Zapata dijo que están determinados: son 6 metros cúbicos a $ 36,20; 8 metros cúbicos a $ 38; y 10 metros cúbicos a $ 60.

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Y ya desde este lunes 3 de mayo, la prohibición de exportación empezó a regir. Aquello garantizaría la provisión del elemento a quienes lo necesitan en esta crisis sanitaria para salvar a sus familiares afectados por el virus. (I)