El papa Francisco tenía un cariño especial con Ecuador. Con este país había empezado una relación cuando aún no era papa.
Como era un formador jesuita, Jorge Mario Bergoglio estableció vínculos para el intercambio de estudiantes.
Andrés Carrascosa, nuncio apostólico en Ecuador, dijo que una vez el papa Francisco le comentó que rezaba mucho por Ecuador, porque cuando era provincial de los jesuitas en Argentina hizo un acuerdo con el de Ecuador para intercambiar estudiantes.
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Ese acercamiento le permitió conocer de cerca la devoción a la Dolorosa del colegio. Carrascosa recordó que Francisco le comentó en cierta ocasión que tenía una imagen de la virgen en su breviario y cuando terminaba de rezar alzaba la oración por Ecuador que está a la vuelta.
Carrascosa indicó que Francisco le daba un beso a la virgen y la guardaba. Sorprendido por lo que escuchaba, el nuncio recuerda que le dijo al papa si esta historia la podía compartir. Él le respondió que era verdad.
“Después fui viendo señales que tenía mucho cariño por este país, por ello comenzó su gira por Ecuador (en el 2015). Cada vez que me encontraba con él recordaba hechos, personas, este país estaba en su corazón”, dijo Carrascosa, nuncio en Ecuador desde hace casi ocho años.
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Carrascosa señaló que cuando el papa lo nombró nuncio de Ecuador le dijo: ‘Quiero que sepas que rezo todos los días mucho por Ecuador’.
El nuncio recordó que cuando el papa estuvo en Ecuador invitó a que los ecuatorianos seamos hermanos, que reconozcamos que aunque pensemos distinto no nos hace enemigos. Solo desde esa fraternidad nos ayudará a tener el Ecuador que tenemos, manifestó.
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Cuando el papa estuvo en Ecuador incluyó en su agenda la visita al padre Paquito, en el colegio Javier.
Paquito llegó a Ecuador desde su ciudad natal de Málaga en 1963 y no volvió a irse. Fue profesor y rector del colegio Javier.
Conoció al padre Bergoglio a principios de la década de 1980, cuando visitó Ecuador para encontrar un lugar a donde pudiera enviar a jesuitas desde Argentina.
En 1985, cuando ambos recibieron la ordenación sacerdotal, Paquito viajó a Argentina y tuvo su tercer y último contacto con Bergoglio.
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El día que el papa estuvo en el colegio Javier almorzó ahí mismo con un grupo de 22 sacerdotes jesuitas de todo el país.
La comida ese día incluyó cebiche de camarón y consomé de gallina criolla, como entrada, mientras el plato fuerte era pescado robalo y frutas de postre.
Casi una década después, el sitio donde estuvo el papa conserva fotos, piezas y recuerdos de la visita de Francisco. (I)