Unidos por las relaciones comerciales o familiares, porque comparten socios o porque pertenecen al mismo dueño, en el Hospital General del Norte de Guayaquil Los Ceibos los gerentes adjudicaron contratos a empresas con vínculos entre sí, y una gran cantidad de compras se hicieron en exceso, comprando hasta diez veces más del promedio mensual requerido en el hospital. (Ver recuadro).

Una revisión de este Diario a las 1.030 contrataciones realizadas por este hospital del IESS, el segundo más grande en la ciudad (después del Teodoro Maldonado Carbo), reveló al menos cuatro grupos beneficiarios de los recursos en el periodo 2020-junio del 2022.

Entre ellos consta el conformado por las empresas Medecu S. A., su exsocia Damarys Bravo Pinargote, y tres clientes de esa empresa, Synblast y los proveedores María Mercedes Erazo Tortorella y Luis Macías Guerrero. Una cuarta empresa, Branquidesa S. A., ha tenido con la compañía Synblast el mismo socio fundador.

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En conjunto suman $ 4,7 millones en contratos para insumos de anestesiología, traumatología, terapia respiratoria, batas o mascarillas para el hospital del IESS Ceibos.

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“A ellos les hemos comprado ciertas cosas.., no conozco ni a los dueños, son relaciones comerciales, desconozco lo que nuestros distribuidores venden”, dijo Rainer Ángulo, de la empresa Medecu S. A., una comercializadora de medicamentos, insumos y equipos que en 2021 duplicó sus ingresos ($ 7 millones), en relación con los conseguidos en el año de la pandemia ($ 3,7 millones).

Los nombres de Rainer y de su hermano Roswin constan en el listado que presentó en agosto la Comisión Anticorrupción sobre las redes que manejan contratos en IESS y en el MSP.

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El contrato más alto de Medecu -donde figura una hermana de Rainer y Roswin- se dio para proveer al hospital de insumos para traumatología y ortopedia, un proceso adjudicado por $1,2 millones en julio del 2021 y sobre el cual pesó una orden de suspensión porque solo participó Medecu. El Sercop, en un documento sin fecha ni firma de responsabilidad, levantó la suspensión “de manera inmediata” al considerar como “prioritaria” esta adquisición, que se inició el 1 de febrero y fue adjudicada por la gerente María José Agusto, cinco meses después.

La proveedora Damarys Bravo Pinargote, exfuncionaria del Municipio de Samborondón y socia anterior de Medecu, también recibió dos contratos, uno de ellos por $ 1,6 millones para la adquisición de batas y guantes de látex para examinar a los pacientes, mientras que los clientes de Medecu también fueron adjudicados: María Mercedes Erazo recibió $ 734.880 del hospital del IESS Los Ceibos para proveerle de equipos de protección, y la empresa Synblast obtuvo $ 604.213 por dispositivos médicos y mascarillas.

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Synblast fue creada en marzo del 2014 por Ángela Duarte Herrera y Miguel Martínez Ortega, quienes ese mismo mes también crearon la empresa Branquidesa, firma a la que Los Ceibos compró el año pasado $ 2,4 millones en pruebas rápidas de COVID-19, insumos de enfermería y mascarillas.

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Martínez fue asesor del exministro del Trabajo Raúl Ledesma (Centro Democrático), poco después de haber creado la empresa Megavaco con Rosa García Lucas, quien recibió un convenio de pago en octubre del 2018 por $ 1,6 millones en el hospital Teodoro Maldonado, con sobreprecio, según señaló Contraloría, de 1.087%.

Otro grupo que captó contratos en Los Ceibos lo integran Vartraxhealth, Herlingen y Helsinnpharm que han recibido $ 1,5 millones del hospital de Los Ceibos (en el Teodoro Maldonado obtuvieron $ 845.627).

A Vartraxhealth S. A., firma quiteña creada hace 16 años y con $ 2.000 de capital, Los Ceibos le compró $ 884.110 en medicinas para los sistemas nervioso, digestivo y metabólico, en el 2021. Ese año, la empresa no presentó sus registros financieros; mientras que en el 2020 reportó $ 0 en sus ingresos. Uno de los socios de Vartraxhealth, Iván Serrano Mejía, es presidente de Herlinger, compañía a la que el hospital IESS Los Ceibos le adquirió $ 29.742 en fármacos, este año; y la empresa de su hermano Marco Serrano Mejía, Helsinnpharm, fue contratada por $ 637.349 para medicinas.

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Otros contratos recibieron Prode-Farm y Karina Briones Muñiz, por $ 1,3 millones, entre enero y mayo del 2021, para sueros, medicinas cardiológicas y contra infecciones. Briones, durante ese periodo, trabajaba para Prode-Farm S. A.

“No sabía que ella se dedicaba a contratos. Ella trabajaba en contabilidad, un tiempo estuvo en compras, haciendo de recepcionista; ya no trabaja con nosotros. En mi empresa no se permite que los empleados se dediquen a la misma actividad”, dijo el gerente de Prode-Farm, Walter Campoverde, y recalcó que su compañía vende “840 artículos del Cuadro Básico de Medicamentos”. “Tenemos 1.200 clientes, facturamos entre $ 6 y $ 8 millones al año”, recalcó.

Karina Briones, según el Servicio de Rentas Internas, se dedicaba a vender muebles, colchones y alfombras, pero su actividad actual es la venta de productos farmacéuticos. El SRI registra su permiso como suspendido desde el 30 de septiembre de 2022. Entre el 2018 y 2019 obtuvo contratos del hospital de Chone, del Ministerio de Salud. El contrato con el IESS fue por $ 404.000.

Magnamedical y la contratista Jazmín Sánchez Farías también recibieron recursos del IESS a inicios del 2020, $ 2 millones y $ 1,1 millones, respectivamente. El representante de Magnamedical y esposo de Sánchez Farías, Rither Cedeño, explicó que ellos manejan sus negocios por separado. No obstante, Sánchez figura como presidenta en Magnamedical. “Es que es mi esposa, pero tenemos representaciones diferentes”, comentó Cedeño, quien por un año (entre 2013 y 2014) fue socio de la empresa Palafren S. A. junto con la esposa de José Antonio Marazita, un exdirector de hospitales del Ministerio de Salud, en Guayas, cuyas empresas y sus vinculadas captaron en la última década 110 contratos del IESS por $ 26,4 millones.

En varias empresas, José Antonio Marazita ha sido socio de un exfuncionario del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del hermano de este, quien se encuentra actualmente prófugo en Estados Unidos. (I)