El cardenal de Ecuador, monseñor Luis Cabrera, lució una casulla amarilla y blanco que representa la esperanza y con la humildad que lo caracteriza presidió este sábado, 14 de diciembre, su primera misa en la Catedral de Guayaquil, que estuvo repleta: más de 3.000 personas y autoridades coparon las sillas y todos sus rincones.