Desde el feriado de carnaval, quienes viven en las calles Chimborazo y Bolivia, en el barrio del Astillero, sur de Guayaquil, comenzaron a percibir un olor extraño, cuentan.
Al inicio los vecinos no le prestaron mucha atención, pero luego de que el olor inundó el ambiente y se hacía más intenso con el pasar de los días, optaron por tratar de dar con el sitio del que provenía dicho olor insoportable.
Publicidad
Gustavo Argüello, vecino de la zona, detectó que el mal olor salía de un edificio donde funcionaba un área del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). No obstante, en el sitio nadie atendía en horario de oficina. Intentó comunicarse por vía telefónica durante siete días, pero nadie le contestó, relata en su cuenta de Twitter.
Hace dos días logró hablar con un guardia del lugar, quien le contó que “había una bodega con banano para regalar, pero lo dejaron abandonado y se estaba descomponiendo” en esta época de invierno, cuando llueve y también hace sol.
Publicidad
Argüello expone el caso en Twitter. Cuenta que le tocó coordinar (sin ser su responsabilidad) para que el Municipio de Guayaquil y la empresa recolectora de basura Urvaseo puedan llegar al sitio y ayudar al respecto.
Fiscalía investiga colación escolar hallada en la basura
La tarde de este miércoles 9 de marzo, Urvaseo limpió el sitio y él vio cómo la bodega estaba llena de una “sopa de banano en estado de descomposición”.
“En el lugar #mies me dicen que el banano era para regalar, pero como llegó en feriado y no había carros lo dejaron ahí”, narra este vecino, quien dio la alerta de un hecho que se repite en Ecuador: comida o donaciones que se dejaron perder en entidades públicas y que no fueron distribuidas a tiempo, como debió darse.
El joven expone también su indignación por los recursos desperdiciados.
También menciona que su casa apesta a basura podrida y que aquel mal olor no se irá en semanas. El edificio del MIES está ubicado en la parte posterior de su vivienda, colinda así con su inmueble.
Aprovecha también su relato para exigir una sanción para el administrador del edificio del MIES.
Dos funcionarios de Educación destituidos por enviar textos a recicladora en Imbabura
Después de su publicación en Twitter, decenas de ciudadanos expusieron también su descontento por el hecho y rechazaron el abandono del alimento que debía llegar a familias que lo necesitan.
La noche de este 9 de marzo, el ministro de Inclusión Económica y Social, Esteban Bernal, contestó al tuit del vecino que denunció el problema.
“Gracias por la información. Desde @InclusionEc hemos tomado las acciones pertinentes para solucionar esta situación, que bajo ningún concepto puede volver a suceder”, le contestó Bernal al ciudadano.
Este último le agradeció por la respuesta y por buscar solución. El usuario recalcó que el Municipio de Guayaquil y Urvaseo respondieron y actuaron a tiempo, resolviendo el problema de la manera más adecuada.
Un equipo de más de seis personas acudieron la mañana de este jueves a las instalaciones de la Casa Juvenil del Encuentro del MIES a limpiar el área donde estuvo abandonado el cargamento de banano.
Con escobas, detergente, mangeras y trapeadores, el personal baldeó y sacó los residuos que quedaron en ese sitio, en el que aún se percibía olor a banano combinado con cloro.
Este Diario acudió a este sitio para tener un pronunciamiento oficial de la Coordinación Zonal del MIES sobre este tema, sin embargo solo salió personal de limpieza por dos ocasiones a decir que ya salía alguien, luego de unos minutos, se pidió que se contacten con el equipo de comunicación.
La tarde de este jueves, el ministro Bernal en diálogo con este Diario mencionó que el 25 de febrero pasado se recibió una donación de 300 cajas, de las cuales 240 se distribuyeron de manera inmediata a personas en condición de vulnerabilidad y las 60 permanecieron en las bodegas del inmueble por un “descuido administrativo”.
Mencionó que se trató de un caso aislado y que se ha dispuesto las valoraciones de la responsabilidad administrativa de dos funcionarios. El monto de alimento perdido es de $ 375, acotó.
Moradores de las calles Chimborazo y García Goyena lamentaron la situación de dejar descomponer alimentos que podrían servir para niños y familias de escasos recursos, justamente que se atienden en programas del MIES.
Vecinos del sector indicaron que no se explican cómo por tanto tiempo ningún funcionario o personal que entró a ese sitio haya alertado sobre esta situación y hayan tenido que ser los propios moradores que tuvieron que denunciar porque el olor era insoportable. (I)