Bajo el sol matutino y al compás de la Banda Musical del Municipio de Guayaquil se desarrolló en la plaza de la Administración la tradicional ofrenda floral al monumento de los Próceres.
El acto, enmarcado en las festividades por la independencia del 9 de octubre, reunió a autoridades, estudiantes y miembros de la masonería, quienes rindieron tributo a los hombres y mujeres que forjaron la libertad guayaquileña.
Alejandro Varas Copiano, maestro masón de la Gran Logia del Ecuador y la Logia Reserva Moral, destacó el valor histórico del acto.
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“Para mí es un orgullo participar, porque somos descendientes de esos guayaquileños que, junto con comerciantes y ciudadanos, liberaron Guayaquil. Fue toda una operación de valor y convicción”, expresó con emoción.
El dirigente resaltó la necesidad de mantener viva la memoria de quienes forjaron la independencia.
“Muchas veces la historia pasa por alto y los jóvenes no la conocen. Por eso llevamos este mensaje a los estudiantes de la ciudad. Queremos hacerlo a nivel nacional, aunque los recursos sean limitados, seguimos adelante”, comentó.
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Varas aprovechó para enviar un mensaje a la juventud guayaquileña. “Nosotros los guayaquileños tenemos glóbulos rojos libertarios. Hoy la libertad se demuestra con educación, con esfuerzo académico, con compromiso político. Son los jóvenes quienes pueden cambiar el rumbo del país”, añadió.
El homenaje incluyó la intervención de distintas delegaciones estudiantiles, quienes ofrecieron discursos e interpretaciones al pie del monumento. El ambiente estuvo acompañado por piezas patrióticas interpretadas por la Banda Municipal.
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El abogado Alfredo Pinto, otro de los participantes, subrayó el carácter simbólico de la ceremonia.
“Es un acto histórico en el que la masonería recuerda los hechos que nos dieron libertad. Pertenecer a esta fraternidad implica luchar por el bien social, por una humanidad más justa y solidaria”, sostuvo.
Pinto también hizo un llamado a los jóvenes para que asuman su papel cívico. “Debemos mantener vivo ese espíritu patriótico. A veces se ha perdido, pero actos como este ayudan a que las nuevas generaciones comprendan la importancia de nuestra historia y se sientan parte de ella”, manifestó.
Entre los asistentes destacó la presencia de estudiantes de varias instituciones. Fiorela Lainez, alumna de la Unidad Educativa San Agustín, compartió su entusiasmo tras participar en el acto.
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“Para mí fue una experiencia emocionante y un orgullo representar a mi colegio. Guayaquil es lo más preciado, porque siempre se ha mantenido firme pese a todo”, afirmó.
La joven también expresó su esperanza en el futuro de la ciudad. “Deseo que Guayaquil siga prosperando y que podamos superar problemas como la delincuencia. Tenemos mucho por delante, no solo como ciudadanos, sino como ciudad”, dijo con convicción.
El evento concluyó con el himno al 9 de Octubre y el vibrante grito “¡Salud, fuerza y unión! ¡Viva Guayaquil!” en honor a los próceres que marcaron el destino de la Perla del Pacífico. (I)