Preocupada por el notable sobrepeso de su hijo de 10 años, Estela sometió al menor a varios exámenes. Ella es diabética al igual que sus progenitores y temía que su hijo tuviese la enfermedad pese a su corta edad, pues consumía bastante grasa saturada (salchipapas, pizzas, hamburguesas, bandejitas y demás platillos).

Su sospecha se confirmó con los resultados de las muestras de sangre que le tomaron a Leonardo. El menor había desarrollado diabetes tipo 2, una enfermedad crónica con la cual el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. Esta última es una hormona que regula la concentración de glucosa en la sangre (glucemia), explican especialistas.

Hoy, que se conmemora el Día Mundial de la lucha contra la Diabetes, médicos exhortan a la comunidad a hacerse controles a temprana edad, pues si bien esta patología solo se presentaba en adultos, desde hace algún tiempo también afecta a los niños y su incidencia aumenta con el paso del tiempo.

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Diabéticos no tienen acceso a suficiente insulina, de acuerdo a la OMS

Si la diabetes no es controlada el nivel de glucemia se eleva a tal punto que daña otros órganos. Eso puede producir ceguera, paro cardiaco, derrame cerebral, insuficiencia renal o amputaciones.

“Yo dije, Leo, tienes que olvidarte de la comida chatarra y empezar a comer sano. Es por tu bien, así que tienes que hacer caso, no hay otra opción”, relata la madre sobre la reacción que tuvo al conocer los resultados de su único hijo.

Y aunque al principio le costó esfuerzo, desde hace seis meses el niño come sano, cambió las grasas por frutas y sus niveles de glucosa se mantienen entre 80 y 90 miligramos por decilitro (mg/dl), un rango considerado normal.

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“Ya estamos detectando niños con diabetes tipo 2 desde los 8 años de edad, hablando de diabetes tipo 2 que es la más frecuente”, cita María Vanegas, jefa de Endocrinología del hospital Luis Vernaza.

En el universo de personas diabéticas, el tipo 2 representa el 95 % de los pacientes. El otro 5 % son los adultos y niños con diabetes tipo 1 que es, prácticamente, una patología de carácter inmunológico, manifiesta esta especialista.

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Por consulta externa, en dicho sanatorio de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) se atiende un promedio de 600 pacientes con diabetes al mes. La mayoría sigue siendo la población adulta.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el 2020 murieron 7.900 personas a causa de la diabetes. Hubo 2.965 decesos más que en el 2019 cuando la patología provocó 4.935 fallecimientos.

Con ese escenario, la diabetes se ubicó como la cuarta causa de muerte en el país, durante el 2020, superada por las enfermedades isquémicas del corazón y el COVID-19 en casos confirmados y no.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que esta patología es causada, entre otros factores, por el sobrepeso u obesidad (consecuencia de los malos hábitos alimentarios), la inactividad física o sedentarismo y por los antecedentes familiares.

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Por ello, la jefa de Endocrinología del Luis Vernaza remarca que lo fundamental es alimentarse adecuadamente y hacer ejercicio.

“Su dieta adecuada: la mitad de su plato tiene vegetales, la otra mitad del plato la divide en dos partes para el carbohidrato y el otro cuarto (parte del plato) es la proteína (…) no tomar jugos, tomar agua. Si come fruta, coma la fruta entera con la cáscara, con el hollejito, que eso le da fibra”, sugiere.

Hace poco a Isabel Vera, de 48 años, le detectaron prediabetes y desde entonces ha disminuido las porciones de carbohidratos y come más proteína. Dice que esta alerta le sirvió para tomar conciencia de los cuidados que debe tener más aún cuando su padre murió por la diabetes.

Ella se atiende en el Vernaza, a través del Seguro Social. “El ecuatoriano come bastante arroz y eso cuesta dejar, ahí vamos con un poco de cuidado para no empeorarnos”, cita.

Hamilton Abad, endocrinólogo de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca), explica que para detectar la enfermedad se requiere de dos mediciones de glucosa en ayunas, en días diferentes.

Con actividad física y alimentación adecuada se puede controlar la prediabetes

Si el resultado es mayor o igual a 126 mg/dl se considera diabetes tipo 2. Cuando el valor refleja de 100 a 125 mg/dl hay una prediabetes y ante aquello es indispensable actuar de inmediato, sostiene él.

El galeno considera que la pandemia del COVID-19 y las restricciones propias de la situación coadyuvaron al sedentarismo de la población y que aquello debe ser revertido.

En el área de Endocrinología de Solca se atienden 6.500 personas al año, de las cuales el 50 % tiene la patología declarada, una cifra alta, dice. (I)