En los años 90, Medellín era una de las ciudades más violentas. La tasa de homicidios era elevadísima y los crímenes derivaban del narcotráfico o narcoterrorismo, como se lo catalogaba en esa época.
No fue en un abrir y cerrar de ojos el cambio que tuvo esta ciudad, pero caminó hacia esa evolución que -hasta la fecha- la mantiene como referente.
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El ‘Milagro Medellín’ es como se conoce a esa transformación reconocida internacionalmente y que la deja a la ciudad como una de las más innovadoras, inclusivas y sostenibles del mundo.
Distrito 100, un espacio para los emprendedores se planifica en Guayaquil
Alejandro Echeverri, quien fue director de la la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, y dirigió varios proyectos urbanos de la ciudad, además de liderar la estrategia de urbanismo social, asegura que ese proceso de cambio se puede replicar en ciudades como Guayaquil, en la que la violencia también está afectando la vida cotidiana como lo fue en su momento en la localidad colombiana.
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Echeverri visitó Guayaquil por primera vez en 2004, justo cuando en el gobierno de la ciudad de Medellín se buscaba junto a autoridades los referentes de transformación urbana.
Al Puerto Principal, relata, llegó por el proceso inicial de cambio que había de la mano de la fundación Malecón 2000, que fue el proyecto bandera del exalcalde León Febres-Cordero.
Ahora visita Guayaquil, nuevamente, como parte de las acciones que se ejecutan en el marco de la ejecución del proyecto Distrito 100 que lleva adelante la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) en su campus en Las Peñas.
La Espol busca potenciar el emprendimiento dinámico e innovación de Guayaquil, mediante la remodelación y equipamiento del edificio Distrito 100, ubicado en el campus Las Peñas, frente al Malecón. Allí se prevén actividades para la incubación, aceleración y colaboración entre actores del sector.
Con el proyecto la Espol busca revivir el campus, de manera que converjan las instituciones cercanas en una especie de corredor de innovación, además de tener un mayor involucramiento con la comunidad de los cerros.
Tal como en Medellín, la iniciativa por ejecutarse en este espacio lograría revitalizar y darle una segunda historia al casco central, sobre todo, dinamizar todo lo que conecta al área como el Malecón, el cerro Santa Ana, Las Peñas, la calle Panamá.
“El proyecto puede ser una rótula que conecte a varios lugares y esto, según la experiencia que he tenido en ciudades similares, es una gran oportunidad para empezar”, dijo.
En Medellín, como parte de las acciones para lograr ‘el milagro’, se intervinieron espacios y los dinamizaron.
Se hizo el urbanismo social que buscaba rescatar puntos ‘rojos’ o críticos para darles una nueva vida con la ejecución de proyectos que tengan el componente educativo, innovador y de emprendimiento.
Ahí se cita el caso del Nuevo Norte, un punto donde converge (en esa ciudad) el Museo de Ciencia y Tecnología, el Jardín Botánico y la estación del metro.
En ese sentido, Echeverri cree que en Guayaquil el proyecto a ejecutarse en Las Peñas caminaría hacia esa dinamización.
“Guayaquil era y es una ciudad, que es una ciudad de acción. Yo siento que es una ciudad liderada por organizaciones, empresarios y que es un centro económico muy importante y yo creo que este este lugar del campo de Las Peñas puede convertirse en el futuro en un en un nodo importante, un hub importante de innovación y creatividad”, cita.
El arquitecto señala que empezar a dinamizar el centro de la urbe, en donde la ciudad tiene una identidad e historia, es un punto de partida importante ya que convergen dinámicas económicas importantes, hay conectores de transporte público (Metrovía y Aerovía), hay puntos turísticos.
También habla de la necesidad de alianzas para llegar a las transformaciones de las ciudades con la academia, el sector público, privado y la sociedad civil.
En Medellín, por ejemplo, el Parque Explora, el Museo de Ciencia y Tecnología del Centro de Innovación Ruta N, son iniciativas que han logrado conectar el sector privado, la academia, el sector público y que se han convertido en lugares de activación de zonas de la ciudad.
Antes estos sitios eran áreas violentas y con deterioro social.
“Guayaquil ha hecho un esfuerzo y un proceso de transformación muy importante en los últimos años, creo que necesita como una segunda fuerza, yo creo que este lugar de la ciudad necesita, no es que necesita una nueva historia, necesita es una segunda historia”, afirma.
Según Echeverri, para lograr algo similar a lo que se tuvo en Medellín, Guayaquil requiere programas estratégicos que conecten lo que ya se tiene hecho como el Malecón, la Aerovía.
“Todo puede suceder más rápido de lo que ustedes pueden prever, porque ya hay mucho hecho, lo que pasa es que hay una desconexión y hay como una pérdida de fuerza y de interés”, recalca. (I)