Más de 70.000 carros salieron de Guayaquil hacia los balnearios de Guayas y Santa Elena desde el miércoles para pasar los días de feriado por el Día de los Difuntos y la Independencia de Cuenca.

Así lo reveló la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), que llevó el control en el peaje de Chongón.

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Por las otras salidas de la urbe pasaron también decenas de miles de vehículos. Al menos unos 20.000 automotores tomaron la ruta a Cuenca para disfrutar sus fiestas, otros se dirigieron hacia Ambato y hay quienes incluso llegaron a Quito conduciendo para pasar los días de descanso en familia y con amigos.

Esto dejó a la urbe porteña con poco tráfico y vacía durante este último día del largo asueto.

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Aunque durante el jueves y el viernes miles de familias acudieron a los cementerios de la ciudad para recordar a sus seres queridos que ya partieron y esto generó tráfico cerca de los camposantos, el fin de semana ya no hubo movimiento vehicular en esas zonas.

Cerca de 45.000 carros han salido de Guayaquil desde el miércoles hacia los balnearios de Guayas y Santa Elena

Este domingo las calles del norte y sur de la urbe estaban desoladas. En la vía Perimetral, a la altura de la isla Trinitaria, los carros circulaban sin contratiempo.

Lo mismo ocurría en la avenida 25 de Julio, en la Domingo Comín, en el sector de la Bahía y en la avenida Malecón. Incluso pocas familias paseaban por la zona.

Algunos vendedores prefirieron cerrar sus puestos el fin de semana y descansar también por el poco movimiento comercial.

“Muchos se han ido de paseo, la gente está en la playa”, comentó uno de los pocos vendedores informales que estaban en la zona de la Bahía.

En el norte de Guayaquil también había poco tráfico. Incluso la calle Joaquín Orrantia, donde se ubican centros comerciales y hoteles, estaba despejada este domingo.

Cientos de personas fueron a la piscina de olas del suburbio de Guayaquil. Fd Ronald Cedeño  Foto: El Universo

A las piscinas municipales que están en varios puntos de la ciudad acudieron este domingo pocas familias durante las primeras horas de la mañana debido al clima.

Solo en la piscina de olas de la calle 29, en el suburbio de Guayaquil, sí había cientos de niños y adultos divirtiéndose en el agua.

Tampoco se veían en las calles del sur y el suburbio de Guayaquil las tradicionales piscinas inflables que suelen ser colocadas en la vía pública cada feriado.

Mónica Almeida, quien vive en la 14 y Sedalana, sacó una piscina inflable este domingo y estaba vigilando a sus hijos y sobrinos.

Dijo que ahora con los sicariatos no se puede exponer mucho a los menores, pero que los niños estaban aburridos e insistieron. Ella prefiere que estén dentro de casa. (I)