Agujeros en los techados y en cubiertas, pisos levantados y debilitamiento de los pilares que sostienen los bienes patrimoniales de Guayaquil son algunos de los problemas que ha detectado la Unidad Técnica de Patrimonio Cultural del Municipio de Guayaquil, que en esta administración está liderada por María Isabel Silva.
Lo que se ha palpado en los inmuebles, que forman parte de la historia e identidad de la ciudad, es el deterioro en gran parte de las estructuras ocasionado por la humedad.
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Los bienes, en su mayoría, fueron construidos con madera, pero revestidos con cemento y ladrillo.
Son 39 bienes patrimoniales privados de construcción mixta a los que la Unidad de Patrimonio ha notificado para que se tomen acciones de cuidado. Las notificaciones se realizan en conjunto con la Dirección de Justicia y Vigilancia.
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Veinticuatro inmuebles están en Las Peñas; el resto está repartido en el centro de la ciudad, como la Casa Maldonado y la Casa Tola.
Estos últimos tienen colocadas lonas en las fachadas y se ha cercado el área para evitar que la estructura vetusta ocasione un accidente y afecte a los peatones que transitan por el sector.
La Casa Tola, por ejemplo, está afectada. En 2022 sufrió un colapso en el que se destruyó la fachada. Luego de un año, el piso está levantado y, en algunas partes, roto. Las paredes están inclinadas. El techo tiene filtraciones y, por ello, el agua ha dañado gran parte de escaleras y moldes ubicados en paredes.
Su propietario incluso ha solicitado la desvinculación del inmueble del inventario de bienes patrimoniales.
“Se nos viene El Niño; entonces, es una tarea conjunta para que se tomen acciones urgentes en todos los bienes patrimoniales privados”, detalló Silva.
La directora de la Unidad de Patrimonio del Municipio detalló que hay problemas severos en las canaletas, bajantes y en las cubiertas de estos 39 inmuebles. “La gente deja caer las cubiertas e inmediatamente todo el resto del edificio se deteriora. Ha ingresado la humedad y ha deteriorado los edificios”, manifestó.
Silva dijo que es responsabilidad de los dueños de los inmuebles, y lo que se palpa es cierta despreocupación.
Desde la unidad municipal, enfatizó, se realizará el acompañamiento a los dueños en la propuesta de intervención que se ejecute. En ese sentido, indicó, se debe enviar el plan de acciones, considerando que el inmueble por intervenir es patrimonial.
Al Municipio ya han llegado solicitudes de bienes privados que requieren esta guía. Los propietarios de la Casa Frugone, por ejemplo, tuvieron un primer acercamiento por la intervención que se quiere realizar en el inmueble, ubicado en la calle Pichincha.
“Lo que queremos es que se mantenga la memoria de la ciudad. Estamos dispuestos y prestos a que vengan a conversar con nosotros y ver, en lo que más se pueda, apoyar para conservar la historia de Guayaquil”, manifestó Silva.
El alcalde Aquiles Alvarez, en un enlace radial el 30 de agosto por los 100 días de funciones, dijo que el tema de los bienes patrimoniales es complicado y que se necesitan recursos para invertir.
“Hay muchas casas patrimoniales que están a punto de caerse; incluso es un peligro. (...) Es algo que se está tomando en serio; tenemos un levantamiento de todo el patrimonio. Son situaciones que preocupan y se busca intervenirlas inteligentemente”, dijo Alvarez.
En la ciudad hay 21 bienes inmuebles patrimoniales municipales, entre los que figuran la Casa Urbina, la Biblioteca Municipal, el Colegio de Bellas Artes, el edificio del Consulado de España, la Casa Alejo Madinyá Lascano.
En una primera fase de intervención, el Municipio trabaja en el edificio patrimonial municipal donde funcionaron los colegios César Borja Lavayen y Ana Paredes de Alfaro, ubicado en las calles Sucre y Chimborazo, en el centro de Guayaquil.
Allí, una cuadrilla realiza tareas de limpieza y remoción de escombros desde el 22 de agosto.
En el 2024 se prevé intervenir el castillo de Espronceda. El inmueble está situado en las calles Eloy Alfaro y Venezuela, sur de Guayaquil. Se construyó en 1930. Aunque este bien patrimonial ya fue intervenido años atrás, se ha encontrado deterioro en la parte estructural del interior.
Actualmente, la Unidad de Patrimonio trabaja en el análisis estructural de todas las edificaciones patrimoniales de Guayaquil.
En el caso de las iglesias, la intervención debe ser asumida por la Arquidiócesis. Silva dijo que a ellos les corresponde tener el cuidado necesario para preservar sus monumentos y estructuras. (I)