David Chávez esperó durante una hora el bus de la línea 10 en la calle Rumichaca, entre Clemente Ballén y Aguirre, en el centro de Guayaquil, para dirigirse al centro comercial Albán Borja, en el km 2,5 de la avenida Carlos Julio Arosemena, donde labora.
Esa espera que tuvo la mañana de este miércoles, 11 de septiembre, ha sido una constante esta semana debido a la suspensión parcial del servicio de transporte urbano en la ciudad. Hoy se cumple el tercer día de la medida.
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“Este problema ha sido toda la semana, el perjudicado es uno que hasta el trabajo lo pone en riesgo por estar llegando tarde”, expresó impaciente Chávez, aunque reconoció que su empleador ha tenido flexibilidad en estos días.
La Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug), presidida por Christian Sarmiento, dispuso esta medida para exigir un alza del pasaje de $ 0,30 a $ 0,45.
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El Municipio, por su parte, ha puesto como condición que los transportistas implementen mejoras en las unidades, muchas de las cuales circulan en mal estado. Entre ellas se pide incorporar wifi y climatización en las unidades.
Pero el gremio dice estar a pérdida y primero pide el incremento para luego firmar un compromiso y mejorar los buses paulatinamente. Eso dijo ayer Sarmiento, quien señaló que si eran recibidos en la sesión del Concejo Municipal para tratar el tema, podrían deponer la medida.
Hasta ahora no hay un acuerdo entre el gremio y el Municipio porteño.
En el centro de Guayaquil, a lo largo de la calle Rumichaca, carros particulares, vehículos tipo miniván, camionetas y hasta tricimotos dan el servicio alternativo a quienes se trasladan a sus lugares de trabajo.
En sectores como el nororeste de la urbe el tiempo de espera para trasladarse ha sido mayor. Hay usuarios que dijeron haber esperado hasta hora y media para trasladarse a sus destinos.
Lo mismo ha ocurrido en el suroeste de la ciudad. (I)