Los guayaquileños soportaron esta semana una paralización de buses que alteró sus rutinas. El primer día de paro, el lunes 9 de septiembre, se vivió una jornada de caos, pues apenas 14 de 58 cooperativas salieron a circular por las calles.
Esa falta de unidades llevó a que miles de usuarios se quedaran varados por horas, esperando una alternativa para llegar a sus trabajos. Unos tuvieron que usar expresos escolares y camionetas para trasladarse a sus sitios. Pagaron entre $ 1 y $ 1,50.
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La Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug) impulsó el paro para reclamar un alza del pasaje, de $ 0,30 a $ 0,45; y, además, rechazó que se los obligue a usar una tarjeta que el Municipio quiere implementar para el cobro de pasajes.
Entre el martes y miércoles, el paro fue perdiendo fuerza debido a que un grupo de cooperativas fue retomando sus actividades. Para el jueves, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) estimó que unas 1.700 unidades de una flota de 2.500 buses que circulan en la urbe estaban operativas.
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La ATM realizó este cálculo tras reunirse con un grupo de dirigentes de la transportación, con quienes acordó iniciar diálogos.
A ese encuentro acudieron Ricardo Onofre y Alberto Arias, dirigentes de años de un ala de la transportación de Guayaquil. Este último fue asambleísta del correísmo.
No estuvo Christian Sarmiento, presidente de la Fetug, el gremio que impulsó el paro en estos días. Aquello evidenció un fraccionamiento de la transportación urbana.
El alcalde Aquiles Alvarez ha cuestionado en duros términos a Sarmiento, tildándolo de “zar de la mentira” al aludir a que con él se ha reunido para tratar de llegar a acuerdos que permitan un alza del pasaje, pero bajo condiciones.
Alvarez dijo que este paro tiene un componente político, por las elecciones internas que tendrá la Fetug, en las que, según él, Sarmiento y Arias se disputan ese puesto del gremio.
En medio de este escenario están los usuarios, que anhelan una mejora del servicio no solo en los buses urbanos, sino también en la Metrovía.
Estos son al menos 4 puntos que reflejan los altibajos de la transportación de buses:
Ordenamiento
En los últimos años se ha tratado de hacer un ordenamiento de los buses. Uno de los cambios visibles es que se unificaron los colores de los buses, que antes manejaban sus propios diseños. Además, se definieron rutas y se establecieron los paraderos. Ya el usuario se acostumbró visualmente a esos buses de un solo color y a las rutas, pero aún hay buses que no respetan los paraderos y dejan a los pasajeros donde desean, especialmente cuando ya salen del casco céntrico.
Unidades deterioradas
La vida útil de un bus bordea los 20 años. En la transportación de Guayaquil hay unidades que ya presentan deterioro. En las calles se ven buses que botan humo y presentan vetustez en su interior. Sarmiento ha alegado que no se pueden cambiar todas las unidades de golpe, sino paulatinamente. Dijo que 180 deben salir y en un par de años podrían sacarse 400 unidades.
El dirigente de la transportación indicó que entre el 2015 y 2019 se cambiaron más de 1.200 vehículos y entraron unidades modernas.
Aire acondicionado
Una de las deficiencias de la mayor parte de las unidades es que no cuentan con aire acondicionado en una ciudad que tiene altas temperaturas durante el día. El Municipio ha puesto esta condición, a más de wifi, para avalar un incremento en la tarifa. Sarmiento dijo que las actuales unidades no se pueden acondicionar para tener aire, pues esto costaría de 19.000 a 22.000 dólares. Según el dirigente, eso sería malgastar el dinero, pues no sería eficiente. Lo ideal es ir renovando paulatinamente las unidades para ir contando con este servicio.
Sistema de recaudo
El Municipio ha propuesto un sistema de recaudo. Quiere que, al igual que la Metrovía, los buses urbanos usen tarjeta. La Fetug ha puesto reparos a ese sistema de recaudo, pues aduce que una empresa tendrá 21 dólares por cada día de trabajo de los transportistas. Esto, según Sarmiento, representa 1,3 millones de dólares mensuales. Según él, Contraloría ha indicado que ese contrato tiene vacíos. Dijo que han presentado alternativas que no pasan de los 3 centavos. (I)