Consumo de droga y el embarazo adolescente causan más partos prematuros en Guayaquil. Conozca en qué condiciones nacen estos bebés

Melissa, una guayaquileña de 24 años, tiene cinco meses de embarazo. Ella debió ser hospitalizada en el Centro Especializado para el Tratamiento de Personas con Consumo Problemático de Alcohol y Drogas (Cetad) de mujeres, en Bastión Popular. Ella recayó en el consumo de heroína y sintió muchos dolores en el cuerpo, por lo que su familia la llevó de emergencia para que se desintoxique de las drogas. Este es un nuevo embarazo, el primero fue en su adolescencia.

La joven residente de la Ladrillera, en el noroeste de Guayaquil, comentó que recibió atención médica y que ahora su bebé está bien, su embarazo va normal, pero le advirtieron que si sigue consumiendo puede tener un embarazo prematuro o perder a su hijo.

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Esta es la realidad de muchas jóvenes y adolescentes en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) que recaen en el consumo de droga y esto desencadena consecuencias graves en el proceso del embarazo, como el embarazo prematuro y la enfermedad de abstinencia en los neonatos.

Según cifras del hospital Universitario del Ministerio de Salud Pública (MSP), de los 150 partos que se atienden a diario por emergencia, el 30 % son embarazos prematuros que se deben principalmente por madres consumidoras, madres adolescentes, mujeres con alguna enfermedad como preeclampsia o presión alta.

Así lo refirió el doctor Luis Saltos, director médico asistencial del hospital Universitario. Él explicó que hay un grupo de madres adolescentes (de 16, 17 años) , entre ellas también consumidoras de drogas, que provoca que se adelanten los partos a las 28, 29 o 30 semanas de gestación.

Esta situación hace que el neonato necesite de asistencia inmediata en una termocuna y medicación, jornadas de mamá canguro, si es que no nace con el denominado síndrome de adicción, que es un tratamiento más complejo y que no se le da a la madre hasta garantizar que ambos estén bien, estabilizados, dijeron especialistas del hospital.

Médicos del MSP explicaron que han atendido hasta de 22 semanas de gestación, casi aborto, a causa del consumo de droga. En algunos casos, hubo madres que consumieron drogas una media hora antes de llegar al hospital. Dijeron que en estos casos, incluso la familia ve la forma de hacerle llegar la droga, utilizan los envases de yogur con cereal y entre el cabello para pasar los sobres de droga.

Melissa, quien lleva años con el problema de adicción a la heroína, se mostró arrepentida por su nueva recaída en su condición de embarazo. “He estado alejada de mi familia casi una semana. Me he alejado de mi hijo de 8 años y me siento fatal. He tocado fondo y no quiero hacerle daño a mi bebé, espero cumplir los quince días aquí en el centro para regresar a casa y seguir con mi vida libre de droga”, dijo la joven muy triste.

Loli, madre de un bebé de nueve meses, tiene seis meses de gestación. Ella acudió al Cetad porque consumía H y su familia se preocupó por la salud. “Me advirtieron que mi hijo podría salir con síndrome de abstinencia si sigo consumiendo H, eso me preocupó porque he visto los hijos de otras conocidas que nacen chiquitos como muñequitos, tiemblan, lloran muchísimo; no quiero que eso suceda con mi nuevo bebé, no me lo perdonaría”, dijo la joven.

La médico-psiquiatra Julieta Sagñay, directora del programa Un Futuro sin Droga, explicó que ellos han atendido a 34 mujeres embarazadas y que gestionan con los hospitales del Ministerio para que las reciban para dar a luz.

Sin embargo, las madres comentaron que en algunos casos no han sido atendidas a tiempo debido a la demanda que hay en los centros del MSP. Eso lo ratificó la doctora Sagñay.

Ella comentó que es importante que estas madres reciban el seguimiento necesario justamente para evitar un parto prematuro o que muera el bebé o la mamá, situaciones que podrían darse en el peor de los casos.

Cómo evitarlo

Médicos del MSP indicaron que para evitar que ocurra un embarazo prematuro debe haber una preparación del parto en estado nutricional, evitar tabaco y drogas. Además de tener educación preventiva en signos de parto pretérmino. Si hay algún riesgo, optar por el reposo en cama, reducción de la actividad y abstinencia sexual (modificación del estilo de vida).

Además de tener un tratamiento de infecciones vaginales sintomáticas antes de las 32 semanas. Uso de antibióticos en mujeres con bacteriuria asintomática y el uso de suplementación con vitaminas, micronutrientes o aceite de pescado. (I)