Ante el inicio del año escolar en el régimen Costa, el Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos de Guayaquil (CCPIDG) informó que prepara una campaña de sensibilización contra el acoso estudiantil llamada “Es momento de prevenir”.

Esta iniciativa se lanzará, según un comunicado del Municipio de Guayaquil, para incentivar a los alumnos, profesores y padres de familia a que tomen un papel activo en la prevención del acoso. También buscan concienciar sobre el riesgo y las consecuencias del acoso escolar y promover la aplicación de políticas públicas que protejan a la niñez y adolescencia.

Esta campaña, que se desarrollará durante los meses de mayo y junio, incluye la realización de talleres de sensibilización y concienciación, la difusión de un comunicado dirigido a la comunidad educativa sobre la importancia de prevenir y actuar ante situaciones de acoso escolar, difusión de mensajes en las redes sociales institucionales sobre qué es el acoso, consejos para prevenir, señales de alerta, entre otras actividades.

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Entre el 2014 y mayo de 2018 se contabilizaron 1.461 casos de acoso escolar en el país, según información del Ministerio de Educación. Y a nivel mundial se reportan más de 600.000 suicidios de niños y adolescentes, como consecuencia de diferentes tipos de acoso escolar.

Las principales formas de acoso escolar que enfrentan los estudiantes son de carácter verbal y psicológico, con insultos y apodos ofensivos, la difusión de rumores o la revelación de secretos, el envío de mensajes amenazantes o insultantes a través de las redes sociales, sustracción de pertenencias (útiles escolares) y, en menor medida, golpes y maltrato. Estas son algunas de las conclusiones a las que llegó la Unicef, en la publicación titulada Una mirada en profundidad al acoso escolar en el Ecuador (2019).

Todos los sitios donde puede ocurrir el acoso dentro de la institución educativa deberían estar supervisados.

En este documento se afirma también que la práctica del acoso escolar se da de manera abierta y directa en la mayoría de los casos, y en presencia de observadores pasivos y/o amigos del agresor, dentro de las aulas.

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Las mujeres de 15 años en adelante son más vulnerables al acoso escolar psicológico y verbal, mientras que el acoso escolar por golpes se presenta más con hombres, de 11 a 14 años, según el estudio de Unicef.

Las situaciones de desestructuración familiar, abandono y violencia intrafamiliar permiten la reproducción del círculo de violencia, que afecta tanto a víctimas como a agresores, en la medida que intensifica comportamientos agresivos o de sumisión

Unicef, en la publicación ‘Una mirada en profundidad al acoso escolar en el Ecuador’ (2019)

El acoso escolar se torna más violento en las aulas de Ecuador

Según Unicef, una de las limitantes para la prevención, detección e intervención del acoso escolar es la identificación de la agresión, ya que depende de que las víctimas, amigos o testigos denuncien. Y no lo hacen por –añade la institución– el temor de los afectados y la falta de confianza en los procedimientos y respuestas de protección de docentes y directivos frente a la agresión.

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“Este estudio revela que existe desconocimiento, interpretaciones diversas del ámbito normativo, falta de claridad en los procedimientos y falta de condiciones (infraestructura, presupuesto y recursos humanos para la prestación de atención a la población estudiantil)”, señala Unicef en el documento, en el cual se recomienda la conformación de equipos de consejería estudiantil que actúen en prevención, intervención y seguimiento de los casos identificados, la socialización sobre el acoso escolar que promuevan cambios de valores y prácticas para tener una convivencia pacífica, inclusión escolar, entre otras acciones. (I)