Para mañana se tiene previsto que representantes del Municipio de Durán y de Emapad-EP detallen sobre las condiciones del suministro de agua en Durán y las acciones tomadas ante el desabastecimiento que aún viven algunas familias residentes de ese cantón.

Ayer, una de las afectadas fue Pilar Arreaga, residente del sector Colinas del Valle, en el centro de Durán. Ella comentó que pudo alcanzar a comprar dos tanques de agua del tanquero para poder lavar su ropa a mano, ya que la lavadora le consume mucho más de este líquido, escaso en ese cantón.

“Me toca lavar toda la ropa a mano aquí afuera para ir reciclando el agua, porque si lavo a punta de lavadora se me va todo lo que he comprado, son 80 centavos que nos cobran por cada tanque de agua, yo utilizo mínimo dos para limpiar la casa, lavar los platos, la limpieza de las cuatro personas que vivimos aquí, entonces al mes se nos hace más de 40 dólares en agua”, lamentó.

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Uno de sus vecinos dijo que tiene cisterna y que le cobran $ 26. “Tengo que hacerla durar lo que más pueda, hasta un mes me ha durado porque no gasto mucho, se debe ahorrar porque si no se gasta demasiado, lo peor de todo es que los tanqueros no pasan a diario, o el suministro de agua no abastece y ya llegan vacíos a este punto”, comentó el hombre.

Personal de restaurantes indicó que esperan que se regularice el suministro para operar de manera más segura, con protocolos de limpieza, más en la pandemia del COVID-19.

Ayer muchos hogares sacaron sus tanques para aprovechar el recorrido del recolector. Adultos mayores de Durán indicaron que este problema tiene años y que esperan pronto ver una solución con el nuevo gobierno de Guillermo Lasso.

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“Mi suegra, que vive en Las Terrazas, tiene que sortear los días que hay agua, por suerte ella tiene cisterna pero a veces se termina, son cuatro personas que viven allí, el tanquero les cobra $ 20, es un dolor de cabeza, en Durán no hay agua, esto debe de solucionarse ya”, explicó Lourdes.

Añadió que su mamá, residente de El Recreo, tuvo que unirse con los vecinos para comprar dos bombas, una para halar el agua porque no hay presión y otra para que suba a los domicilios. “En El Recreo llegaba el agua martes, jueves y sábado, ahora hay que probar suerte si es que llega el agua. Mi mami tiene cinco tanques y dos tanques elevados. Ese es el dolor de cabeza de Durán, no hay agua”, lamentó la comerciante. (I)