Tras conocerse la inclusión de Guayaquil en la lista de las 50 ciudades más violentas, la alcaldesa Cynthia Viteri dijo que le preocupa mucho que la ciudad esté en ese listado y que sin duda tendrá afectación negativa, pero que es necesario exigir resultados al Gobierno central.

Viteri exigió al Gobierno nacional que se concrete y presente un plan de seguridad para intervenir a Guayaquil, debido a los altos índices de delitos, que la llevaron a ser incluida en el listado de las 50 ciudades más violentas del mundo.

Este informe lo realizó el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, una organización civil de México que monitorea la situación de seguridad del continente. Allí se detalla que en el 2021 las ciudades más violentas fueron 18 urbes mexicanas, 11 de Brasil, 7 de Estados Unidos, 4 de Sudáfrica, 4 de Colombia, 2 de Honduras, además de una de Puerto Rico, una de Haití, una de Ecuador y una de Jamaica.

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Viteri reiteró que, pese a no ser competencia municipal, se han venido entregando herramientas para controlar la inseguridad, desde los patrulleros y motos hasta el combustible.

“El día que paramos de dar el combustible, no salen ni siquiera las motos ni carros a circular en la ciudad. Hemos invertido al menos 24 millones de dólares, y ahora estamos por sacar 63 camionetas más de la Corporación para la Seguridad Ciudadana”, explicó.

Guayaquil, Durán y Samborondón integran una de las 50 zonas más violentas del mundo en el 2021, según organización mexicana

Acotó que ella no maneja operativos ni control de fronteras, porque no es parte de la competencia municipal.

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“No dirijo el control de armas de fuego, no dirijo las personas que entran indocumentadas y con antecedentes penales; eso lo realiza el Gobierno central. Pero si los guayaquileños han invertido más de 24 millones de dólares, entregándoselos al Gobierno para seguridad, tenemos todo el derecho de exigir resultados”, manifestó.

Expertos creen que ubicar a Guayaquil entre las 50 ciudades más violentas del mundo es ‘exagerado’ y fragiliza planificación turística y comercial del Ecuador

La funcionaria reconoció que la Policía hace un gran esfuerzo, pero están en la indefensión, pues ellos tienen que contar sus balas y también ver quién les pone el combustible. “Es una guerra desigual contra la delincuencia. Debe haber una política real. ¿Cuál es el programa de seguridad para la ciudad? ¿Cuál es el programa de seguridad para el país? Son dos preguntas que no tienen respuesta”, cuestionó. (I)