Aunque se trató de una suspensión parcial, la medida causó estragos en varios sectores de Guayaquil, donde usuarios del transporte urbano reportaron hasta 40 minutos de espera por buses no pasaron por sus rutas habituales. Ocurrió en el centro; en avenidas del norte como la Francisco de Orellana; en el sur, en calles como Tungurahua, la tarde del lunes.