El crecimiento urbano y poblacional de Guayaquil a finales del siglo XIX generó la aparición de varios servicios para atender las necesidades de la ciudadanía. Uno de ellos fue el de la transportación masiva.

En 1873, se registró el funcionamiento del primer transporte urbano en la ciudad portuaria. La Empresa del Salado ofrecía este servicio en carrozas de tracción animal (dos mulas que se deslizaban sobre rieles), que también eran denominadas carros de sangre.

Según el libro La transportación urbana en Guayaquil de Graciela García de Véliz y Gaitán Villavicencio Loor, en el año 1883 se creó la Sociedad Anónima Empresa de Carros Urbanos, que renovó la flota en la ciudad y un año después compró a la del Salado. La plaza San Francisco era un punto donde los breteros (conductores) paraban para recoger pasajeros. Luego avanzaban por la 9 de Octubre hacia los Baños del Salado (actual plaza Rodolfo Baquerizo Moreno), una de las rutas principales de ese sistema de transportación.

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Estas carrozas que se movilizaban sobre rieles tenían diferentes denominaciones según sus características. Por ejemplo, el vehículo imperial que era de dos pisos; o la góndola, una plataforma con ocho asientos transversales. Los recorridos eran circulares, pues partían desde una calle, daban vuelta y retornaban por una vía paralela. Por ejemplo, una ruta salía desde Malecón hacia la plaza Colón y regresaba por Rocafuerte. En 1887, se extendió por Chile y Chimborazo hacia el hipódromo, en el sur.

Un año después comenzó a operar el Ferrocarril de la Aduana, que era a vapor. En 1900, la Empresa de Carros Urbanos tenía 17 rutas. Nueve años después esta entidad compró 16 locomotoras a vapor, que remplazaron a las mulas en las principales líneas.

El 15 de enero de 1910 en Guayaquil comenzaron a circular los primeros tranvías eléctricos, impulsados por la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica, entidad creada cuatro años antes para dotar de electricidad a la ciudad. Según la publicación de García y Villavicencio, estos carros otorgaban mayor comodidad y rapidez al usuario. Los recorridos tradicionales que se mantuvieron por cuatro décadas al servicio de la ciudadanía eran desde la calle Industria (actual Eloy Alfaro) y Chile hacia los talleres de la Empresa de Luz en el sur; Rocafuerte - plaza Colón - Malecón; y las actuales Sucre, Colón, Ejército, Vélez.

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Los carruajes halados por mulas sobre rieles duraron hasta la llegada de los primeros autobuses en 1922, mientras que el tranvía eléctrico funcionó hasta cerca de 1950.

Años antes, la Empresa de Carros Urbanos había quebrado por la aparición de nuevos sistemas de transporte.

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En 1922, el empresario Rodolfo Baquerizo Moreno trajo a Guayaquil los primeros autobuses importados para que las personas puedan visitar su nuevo parque de diversiones American Park. Eran vehículos con capacidad para 30 pasajeros. Siete años después fundó la primera empresa de autobuses. Él también estaba al frente de la Empresa de Tranvías Eléctricos, compañía que cerró en 1950, por la poca demanda de los usuarios.

Los primeros colectivos en la ciudad empiezan a rodar en 1947, indicó la publicación de García y Villavicencio. Su primera versión era Station Wagon, con seis personas sentadas. Por la alta demanda, sus propietarios adaptaron carrocerías para que entren otras diez personas. A mediados del siglo pasado este transporte tuvo un incremento considerable en su parque automotor, por la diferencia en el costo con el autobús.

A mediados de los años 70 apareció la furgoneta, un camión más ligero, que tuvo gran aceptación en los usuarios por realizar recorridos más directos, aunque el pasaje era el doble del colectivo. Luego los propietarios de estos últimos vehículos adquirieron busetas con capacidad para 30 personas sentadas. Uno de los factores que agradó a los usuarios eran los recorridos más cortos que en bus y colectivo.

En 1985 comenzaron a circular los colectivos especiales que solo llevaban pasajeros sentados, aunque su valor era mayor. En la década del 90 surgió el servicio ejecutivo. En el año 2004 se inauguró el sistema de transporte Metrovía, que consta de tres troncales y un tramo exclusivo para el paso de sus buses. Para finales del presente año se espera abrir la cuarta troncal, que unirá el suburbio con el centro de la ciudad.

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Este a su vez se conectará con el sistema de transportación aerosuspendida Aerovía, que unirá Guayaquil con Durán desde noviembre próximo. Los usuarios se movilizarán en el interior de cabinas sostenidas por cables. (I)