Pasan más tiempo en internet por las clases virtuales, por los deberes que deben investigar y que incluyen videos para realizar sus tareas, por los juegos virtuales que remplazan a los que tenían en parques o en sitios abiertos y por las comunicaciones en línea que entablan para saber cómo están sus familiares y amigos.

Es la nueva cotidianidad de niños y adolescentes que pasan en la red entre cuatro y ocho horas diarias en promedio para cumplir con las rutinas que impone la pandemia del coronavirus. Y ahí, en ese mundo extenso de internet, pueden ser también potenciales víctimas de delitos que vulneren sus derechos, como la pornografía infantil, el acoso, la pedofilia, la trata de personas y otros. Esto último, porque hay organizaciones y personas dedicadas a contactar y a entablar conversaciones con niños y adolescentes por diversas redes sociales o chats.

Algunos incluso crean perfiles falsos, con fotos de niños o de juguetes y se hacen pasar por ‘seguidores’ o ‘amigos’ de su misma edad. Todo esto ocurre a nivel mundial y más durante este tiempo de pandemia, según reportes internacionales.

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Y Ecuador no es la excepción. Por eso expertos en materia llaman a los padres o a sus cuidadores a estar en alerta frente la posibilidad de estos delitos.

“Estas redes (u organizaciones delictivas) utilizan las redes sociales para inmediatamente hacer la captación de personas adolescentes, hacer el respectivo traslado, la acogida (en un lugar específico), la explotación sexual, las amenazas, la intimidación, la violación, la pornografía infantil, la extorsión y todos esos delitos conexos que están. Entonces es necesario y fundamental la supervisión de los padres en todo el manejo de las redes sociales, en el manejo del internet, para que no existan este tipo de novedades”, dice el mayor Santiago Racines Suárez, jefe de la Zona 8 de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños y Adolescentes (Dinapen).

Él cuenta que durante este tiempo de cuarentena y aislamiento social por la pandemia del COVID-19 han tenido dos casos de mayor connotación en Guayaquil y que estaban relacionados con la trata de personas. El primero fue en marzo pasado, en días en que ya corría la emergencia sanitaria. Ahí recibieron una denuncia de que una menor de edad estaba entre un grupo de jóvenes de diferentes nacionalidades que estaban siendo explotadas sexualmente y amenazadas para que continúen con esta actividad. En este caso hubo un detenido.

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En el segundo caso de explotación sexual hubo cuatro detenidos. Ocurrió hace doce días y la víctima también era una mujer, a quien primero le ofrecieron $200. Luego la grabaron y la intimidaban con hacer públicos esos videos, para que ella seguiría en “ese círculo de violencia”, agrega Racines. Aquí se allanaron tres sitios: un hotel en el sur de Guayaquil, una peluquería en el norte, en la Alborada, y la casa del principal acusado, también en el sur de la urbe.

El policía menciona que las víctimas en este tipo de casos por lo general son adolescentes de 14 años en adelante.

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Dejar a los niños con acceso a internet libre es como dejar a los niños con una puerta abierta para que puedan salir a la calle, porque en internet encontramos muchísima información y hay, por el otro lado, muchos atacantes o muchas personas que están valiéndose de eso, de que los niños tienen acceso sin ningún tipo de restricción”, comenta Juan Carlos Izquierdo, de Royal Security Latam, experto en ciberseguridad, con más de 10 años de experiencia, quien recuerda que en un momento se evidenció que un grupo de pedófilos crearon un sitio de juegos de niños para captar su atención.

Y ahora, cuando los niños y adolescentes pasan más tiempo en internet, los padres deben tener más control, aconsejan Racines e Izquierdo.

Recomendaciones para proteger a los niños

Para Juan Carlos Izquierdo, experto en ciberseguridad, el primer paso es hablar y concienciar con los niños sobre los riesgos a los que se exponen en la internet y decirles que no acepten en las redes sociales a personas que no conozcan, pues aquello podría resultar peligroso.

El segundo es tener mecanismos de protección como controles parentales (aplicaciones) donde se puede ver qué hacen y se puede limitar los contenidos que ven, entre otros detalles. Hay incluso los gratuitos.

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Otra recomendación de Izquierdo es que el computador tenga un usuario asignado solo para los niños y adolescentes (donde se limitan diversos accesos) y que se les haga hincapié en que no pueden descargar información de cualquier sitio porque eso puede representar una amenaza.

Para él también es importante tener cubierta la cámara web, cuando no se la use para clases o para lo estrictamente necesario, porque podría representar una amenaza por la facilidad que ahora hay de vulneraciones de equipos (como hacen los crackers).

Los software y los antivirus deben estar actualizados. Y hablar siempre del uso responsable de redes sociales. “No puede ser que un niño de 9 años tenga una redes social, porque se han evidenciado múltiples casos de personas que recurren a esto (buscan a niños) para empezar a enviar solicitudes de amistad”, asegura.

Además de no aceptar a personas que no conozcan, agrega, no se debe publicar información útil para un atacante, como datos privados de dónde vive, información de la casa, ubicaciones de los sitios en los que se encuentra, entre otros. (I)