Burkina Faso se encontraba el jueves sumergida en el luto luego de una ola de ataques que dejaron 35 civiles, en su mayoría mujeres, y numerosos soldados muertos, en una situación que generó numerosos mensajes de solidaridad con el país.

Fuentes de seguridad dijeron a AFP el miércoles que "alrededor de una docena de soldados" perdió la vida en un ataque durante la noche del miércoles en Hallele, en la volátil provincia norteña de Soum.

"Una decena de militares murieron en una emboscada que se produjo en Hallele", una localidad situada en la misma región donde el martes por la mañana se produjo el ataque en Arbinda con un balance de 42 muertos (civiles y militares).

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Según otra fuente de las fuerzas de seguridad, "la respuesta permitió neutralizar (matar) a varios terroristas".

Siete soldados también habían muerto en ataques simultáneos el martes en la ciudad norteña de Arbinda y una base militar aledaña, que duraron varias horas y fueron de "rara intensidad", informó el ejército.

En esos ataques, los soldados mataron a 80 de los asaltantes armados, que el gobierno clasificó como "terroristas".

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"Un gran grupo de terroristas atacó simultáneamente la base militar y la población civil en Arbinda", dijo el jefe de personal del ejército en un comunicado.

"Este ataque brutal provocó la muerte de 35 víctimas civiles, la mayoría de ellas mujeres", agregó el presidente Roch Marc Christian Kaboré en la red Twitter.

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Burkina Faso, en la frontera con Malí y Níger, ha visto frecuentes ataques yihadistas que han dejado a cientos de personas muertas desde principios de 2015, cuando la violencia extremista islámica comenzó a extenderse por la región del Sahel.

El ataque y la matanza de la población civil provocaron mensajes de firme condena por parte de la comunidad internacional.

- Oraciones del Papa -

En su tradicional mensaje navideño, el Papa Francisco denunció los ataques contra cristianos en África y rezó por las víctimas de conflictos, desastres naturales y enfermedades en el continente más pobre del mundo.

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El pontífice instó a "consolar a quienes son perseguidos por su fe religiosa, especialmente a los misioneros y miembros de los fieles que han sido secuestrados, y a las víctimas de los ataques de grupos extremistas, particularmente en Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria".

El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, expresó su "condena firme al ataque perpetrado el 24 de diciembre por individuos armados no identificados en Arbinda", y transmitió la "solidaridad de las Naciones Unidas al pueblo burkinés".

Por su parte en Bruselas el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, publicó un mensaje en que recordó a los "pueblos mártires, víctimas de un terrorismo desenfrenado que nos amenaza a todos. La Unión Europea defiende a África en su batalla contra terrorismo".

En tanto, el presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, también expresó su "solidaridad" y, hablando "en nombre del pueblo nigerino", ofreció sus "condolencias por todas las víctimas civiles y militares".

La incursión matutina en Burkina Faso fue realizada por más de 200 yihadistas en motocicletas, lo que provocó un feroz tiroteo que duró aproximadamente tres horas antes de que las fuerzas armadas, respaldadas por la fuerza aérea, hicieran retroceder a los militantes, dijo una fuente de seguridad.

Ningún grupo armado se atribuyó hasta ahora la responsabilidad por el derramamiento de sangre, pero la violencia yihadista en Burkina Faso ha sido atribuida a militantes vinculados tanto con Al Qaida como con grupos del Estado Islámico.

- 560.000 desplazados internos -

Los líderes de las naciones del G5 Sahel sostuvieron conversaciones en Níger a principios de este mes, cuando pidieron una cooperación más estrecha y apoyo internacional en la batalla contra la amenaza islamista.

La violencia militante se ha extendido por la vasta región del Sahel, especialmente en Burkina Faso y Níger, y comenzó cuando los islamistas armados se rebelaron en el norte de Malí en 2012.

La región del Sahel de África se encuentra al sur del desierto del Sahara y se extiende por todo el continente africano.

En la actualidad hay 4.500 tropas francesas desplegadas en la región, así como una fuerza de paz de la ONU de 13.000 efectivos en Malí para luchar contra los insurgentes, respaldando a las fuerzas nacionales del G5 (Chad, Burkina Faso, Malí, Mauritania y Níger).

En Burkina Faso, más de 700 personas han sido asesinadas y alrededor de 560.000 desplazadas internamente, según las Naciones Unidas. (I)