Los jóvenes estudiantes estadounidenses del rabinato están haciendo algo más que visitar los santos lugares, aprender hebreo y estudiar los textos sagrados durante el año que pasan en Israel. En lugar de concentrarse, como antes, en fortalecer los lazos con Israel y el judaísmo, esta nueva generación busca relacionarse con los palestinos. Este cambio refleja una brecha entre los judíos estadounidenses e israelíes que parece ampliarse.













