Gran sorpresa se llevaron los restauradores del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) cuando retiraron el retablo de san Lucas en la capilla de Cantuña y vieron una pintura que corresponde al siglo XVII, cuyo autor se desconoce. El lugar tiene más de 400 años y está a un costado de la iglesia de San Francisco, centro de Quito.

En julio del año pasado se iniciaron las obras de restauración y en diciembre pasado se produjo el hallazgo.

El alcalde capitalino, Mauricio Rodas, ha dispuesto que se detengan las labores de restauración para permitir en febrero el acceso a los quiteños a este lugar.

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Karina Noboa, restauradora del IMP, dijo que al remover el piso se hallaron vasijas que pertenecerían a la época colonial, y pedazos de huesos que serían de humanos o animales.

En la torre, sobre el campanario, se encontró un escudo de madera que estaba tapado por una pintura. Está compuesto de símbolos religiosos como una cruz; clavos, que representan las cinco llagas de Cristo; la cruz de Nazareth con los puntos cardinales; el Sagrado Corazón de Jesús; una paloma con dos pares de alas, la corona de los Reyes Católicos, de ella cae una cadena con un cordero, todos enmarcados en un cordón franciscano con cinco nudos.

Estas obras de la capilla de Cantuña, que se caracterizan por el arte barroco, el uso de ojos de vidrio en las esculturas, el detalle en la anatomía, la técnica de encarne brillante, detalles con pan de oro y plata, se podrán conocer gratis en visitas guiadas que se iniciarán el 22 de enero, los días martes, miércoles y jueves desde las 10:00 hasta las 12:00, en grupos de 10 personas. (I)