El cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidió ayer en la Catedral de Málaga (España) la misa por la beatificación del sacerdote jesuita Tiburcio Arnaiz, y destacó su “vida espiritual intensa, que encontró su culmen en la oración y en la eucaristía”, informó aciprensa.com.