La Iglesia católica salvadoreña inauguró esta semana una campaña destinada a cultivar la aromática planta de romero para honrar la memoria del beato Óscar Arnulfo Romero, que será canonizado en octubre por el papa Francisco. Denominada ‘En mi casa una planta de Romero y el santo en mi corazón’, la campaña fue inaugurada por el cardenal Gregorio Rosa Chávez en una misa por los 101 años del natalicio de Romero.

El romero (Rosmarinus officinalis) es una planta medicinal y aromática en recetas de cocina con múltiples propiedades que los salvadoreños cultivarán en sus viviendas como tributo al venerado pastor.

Estudiantes de escuelas públicas que fueron a la misa en honor al beato salvadoreño cargaban en las manos pequeñas macetas con plantas de romero para sembrarlas en jardines de sus casas o sus escuelas.

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Considerado la voz de los sin voz por defender a los pobres, Romero nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, noreste del país, y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador mientras oficiaba una misa, en un crimen que una comisión de la ONU vincula al mayor Roberto D’Aubuisson, fundador del derechista partido Alianza Republicana Nacionalista y fallecido en 1992.

Romero será canonizado el 14 de octubre en la basílica de San Pedro de Roma, junto al papa Pablo VI (1963-1978). El decreto reconoce un milagro atribuido a monseñor Romero, en la última etapa antes de ser elevado a los altares, luego de que fuera beatificado el 23 de mayo de 2015.

Luego de inaugurar la campaña de la prodigiosa planta, el obispo Elías Bolaños agradeció al cardenal Rosa Chávez “por su tenacidad en hacer presente la figura del extinto pastor en los años de rigor (de represión), de dureza y de oposición a la figura de monseñor Romero”. (I)