Cada elemento de este adorno es comestible, ya que está elaborado con frutas cortadas en diferentes formas y acomodadas en bases de madera o canastas, como si se tratara de un arreglo de flores, en el que también atraen sus colores y aromas.

Kiwi, manzana, piña, uvas verdes y rojas, melón, naranja y principalmente la frutilla son los protagonistas de estos arreglos; algunos pedazos van recubiertos de chocolate blanco o negro, y otros se acompañan con pequeñas botellas de vino blanco o quesos maduros.

Maribel Loor creó este emprendimiento llamado Macedonia, hace nueve años, en Manta, Manabí, su ciudad natal, y desde hace unos tres meses está en Samborondón Business Center, km 1,5.

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“Vi los arreglos en Colombia, durante unas vacaciones, llamaron mi atención porque jamás había visto algo igual; luego, buscando en internet, di con el sitio web Edible Arrangement, que es una cadena de arreglos comestibles muy conocida en Estados Unidos, eso abrió mi mente”, cuenta.

Al regresar decidió renunciar a su trabajo y meterse de lleno en este negocio, apoyada por sus tres hermanos, que son sus socios. “A mí no me gustan las flores, por lo que también me interesaba crear un arreglo que no fuera a la basura, sino que se pudiera comer, soy fanática de la de comida fresca y sana”, agrega.

Decoración comestible

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Maribel cuenta que comenzó con una inversión de $ 3.000 y que la acogida fue inmediata. “Comencé entregando arreglos a mis amigos, ellos fueron mi mejor referente para darme a conocer, rápidamente comencé a tener muchos pedidos, me llamaban a preguntar si en verdad se los podían comer”, dice entre risas.

Una de las cosas que más llama la atención de estos arreglos es que son entregados casi inmediatamente, todo es cortado en el momento, solo es necesario hacer el pedido con dos horas de anticipación.

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La habilidad para decorar los arreglos la tiene de forma innata. Utiliza moldes en formas diversas de animales, mariposas flores; y temáticos como árboles de Navidad, fantasmas, entre otros, para las fechas especiales como Navidad, Halloween, etc.

Para Maribel lo más importante es la frescura de su producto, algo que se evidencia en el color, aroma y sabor de cada fruta que ofrece. Los precios varían según el tipo de arreglo, tamaño, cantidad y variedad; hay unos 20 modelos. El más económico cuesta $ 15 y está hecho con frutillas con y sin chocolate.

El local de Samborondón también vende desayunos y mermeladas artesanales de guineo y piña, hechas por su mamá. Su meta es convertirse en franquicia. (I)