Israel entregó a su ejército el primer sistema láser de alta potencia Iron Beam de 100 kilovatios plenamente operativo, con esta decisión entró formalmente a la red de defensa aérea del país. Se trata de un avance histórico que pretende contrarrestar cohetes, morteros y drones a un costo menor al de los interceptores tradicionales, informó al Ministerio de Defensa Israelí.

De acuerdo a Interesting Engineering, el Iron Beam fue desarrollado por Rafael Avanced Defense Systems e incorporado a las Fuerzas de Defensa de Israel y quedará bajo control de la fuerza aérea. El sistema será integrado a la arquitectura de defensa aérea multicapa junto a la Cúpula de Hierro, la Honda de David y los sistemas Flecha, fortaleciendo la capacidad de respuesta frente a una amplia gama de amenazas aéreas.

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Las autoridades israelíes consideraron que la entrega era un hecho sin precedentes, al tratarse del primer láser de interceptación de alta potencia que alcanza un nivel de madurez operativa real. De hecho, el ministro de Defensa, Israel Katz, este sistema “cambia las reglas del juego” al romper el desequilibrio económico entre amenazas de bajo costo y misiles interceptores extremadamente caros.

La entrega se realizó el 28 de diciembre | Foto: Cortesía X @RAFAELdefense

Las capacidades del Iron Beam

Luego de completar varias semanas de pruebas con éxito, el fabricante explicó que el Iron Beam, mostró que es capaz de derribar cohetes, proyectiles de mortero, drones y otros objetivos en escenarios que simularon condiciones reales de combate. Desde el Ministerio de Defensa destacaron que esta transición apunta al desarrollo experimental a la producción en serie, anticipando un impacto importante tanto en la cobertura defensiva como en la reducción de costos.

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El láser está hecho específicamente para enfrentar amenazas lentas y de vuelo bajo, como drones pequeños, que suelen evadir o saturar los sistemas basados en su radar. De esta manera, permite reservar los interceptores de misiles para amenazas más complejas y de mayor alcance, complementando (pero no reemplazando) las defensas antimisiles existentes.

La ventaja más importante del Iron Bean radica en su economía operativa: cada disparo cuesta apenas centavos en electricidad, en comparación a los miles o decenas de miles de dólares que puede costar un interceptor convencional. No obstante, las autoridades reconocen que su efectividad se reduce en condiciones de poca visibilidad o clima adverso, por lo que los sistemas de misiles seguirán siendo importantes dentro de la estrategia defensiva de Israel.

(I)

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