Muchas personas arrancan el día con un desayuno que puede incluir huevo y requesón sin saber que esa decisión puede impactar en su salud cardiovascular. Ambos alimentos destacan por su alto contenido proteico, pero cuando se trata de proteger el corazón, las diferencias nutricionales son determinantes.
Una porción de requesón bajo en grasa (media taza) aporta 11 gramos de proteína frente a los 6 gramos de un huevo grande, pero la verdadera batalla se libra en otros componentes. Por ejemplo, el requesón contiene apenas 12 miligramos de colesterol mientras que el huevo alcanza los 207 miligramos, recoge el portal Werywell Health.
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El mejor alimento para un corazón sano
En la batalla por cual es mejor, el requesón se posiciona como el ganador en esta comparación gracias a su perfil más amigable para las arterias.
Con solo 1.2 gramos de grasa saturada por porción y 111 miligramos de calcio, supera al huevo que registra 1.6 gramos de grasa saturada y únicamente 24 miligramos de calcio.
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Los estudios revelan que quienes consumen lácteos bajos en grasa de forma regular presentan menor presión arterial y tasas más bajas de enfermedad cardíaca. Sin embargo, existe una trampa, muchas variedades de requesón contienen hasta 308 miligramos de sodio por porción, un factor que puede elevar la presión arterial si no se controla.
Los huevos no quedan completamente descartados en una dieta saludable para el corazón, sobre todo si se opta por las claras que eliminan el problema del colesterol.
Algunas investigaciones revelan que un huevo diario podría reducir el riesgo de accidente cerebrovascular debido a sus antioxidantes antiinflamatorios.
No obstante, los expertos recomiendan que adultos mayores y personas con historial familiar de problemas cardíacos limiten su consumo. Para maximizar los beneficios, la clave está en buscar requesón bajo en sodio y grasa, o combinar ambos alimentos en preparaciones como tortillas que aprovechen lo mejor de cada uno.
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