El anuncio del superyate de hidrógeno Breakthrough de Bill Gates se posicionó como uno de los intentos más ambiciosos realizados hasta la fecha para redefinir el concepto de embarcación de lujo.

Fue construido por el astillero de origen holandés Feadship y comprobó que los multimillonarios no solo mandan a hacer palacios flotantes, sino que también están dispuestos a invertir en tecnologías que marquen tenencia en propulsión limpia.

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Al contar con enormes tanques de hidrógeno y sistemas de pilas de combustible, Breakthrough tiene la capacidad de ser tan opulento como respetuoso con el medio ambiente, siendo un nuevo referente para la industria.

Bill Gates. Foto: AFP

Un nuevo paso al futuro

Feadship quiere dar un nuevo paso al entrar en un debate que puede marcar un antes y un después en la movilidad marítima de las próximas décadas: se ha aliado con la Organización Marítima de Energía Nuclear (NEMO, por sus siglas en inglés), que es un grupo no gubernamental creado en 2024 para crear normas globales relacionadas a la energía nuclear flotante.

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Esta ONG se encarga de reunir a astilleros, sociedades de clasificación, empresas de reactores y aseguradoras para desarrollar las normas y los marcos de seguridad que son importantes para que la energía nuclear llegue en algún momento al océano.

De acuerdo a LuxuryLaunches, para esta empresa, unirse a la ONG no es significativo de lanzar un yate nuclear, pero sí de definir el panorama con anticipación, aportando su experiencia a la regulación e innovación responsable: “La energía nuclear quizá no sea la solución del futuro para los superyates, pero podría formar parte del horizonte a largo plazo“, señaló el director de Innovación y Estrategia de la compañía Giedo Loeff.

Este proyecto es definido por el astillero como una investigación a largo plazo y un marco normativo que se posiciona en la mesa en la que se definirá el futuro.

Hay indicios que sugieren que la compañía ya ha evaluado las ideas nucleares con detalle. En el pasado se desarrollaron proyectos como el “Relativity”, a través del que se exploraron los reactores de sales fundidas de torio a nivel teórico.

Los reactores en discusión superan a los sistemas navales tradicionales, y es que son reactores modulares de agua a presión más innovadores y pequeños así como reactores de sales fundidas de Generación IV, frecuentemente inspirados en torio o HALEU.

Estos diseños ofrecen una sólida seguridad pasiva, operan a baja presión y tienen la capacidad de funcionar potencialmente entre 10 y 15 años sin tener que reabastecerlo.

En teoría pueden generar de 10 megavatios en adelante de electricidad, lo que es suficiente para impulsar un yate o abastecer plantas de combustible sintético en alta mar.

Esto quiere decir que, de hacerse realidad, un superyate de propulsión nuclear tendría un funcionamiento libre de emisiones de carbono, una autonomía prácticamente ilimitada y una propulsión eléctrica silenciosa que no necesitará repostar. La complicación viene al unir estas características al blindaje, los sistemas de seguridad y el cumplimiento normativo.

(I)

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