El magnate de los videojuegos Gabe Newell acaba de recibir las llaves de lo que puede considerarse un imperio privado flotante. Su nuevo superyate Leviathan, de 364 pies de eslora, esconde tras sus paredes pulidas un sistema nervioso de 280 millas de cableado, suficiente para conectar Los Ángeles con Las Vegas por tierra.
Este laberinto de cables alimenta desde los sistemas de entretenimiento hasta el aire acondicionado, pasando por las señales satelitales que mantienen al barco conectado al mundo las 24 horas, refiere Luxury Launches.
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¿Cómo es el yate de Gabe Newell?
Para Newell, quien pasa largos períodos viviendo a bordo, esta infraestructura de cableado transforma el yate en una residencia funcional que rivaliza con cualquier mansión terrestre.
Un yate valuado en cerca de un millón de dólares se hunde 15 minutos después de su primer viaje
La embarcación, construida por el astillero holandés Oceanco con un costo estimado entre 375 y 535 millones de dólares, lleva la personalización al extremo.
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Cuenta con un hospital completo equipado con escáner, suministro de oxígeno y alojamiento para una enfermera residente, no solo un botiquín básico como otros yates.
Los huéspedes pueden elegir entre dos gimnasios separados (uno para los 24 invitados y otro para los 38 tripulantes), relajarse en una piscina de 11 por 5 metros con rompeolas para evitar salpicaduras durante la navegación, o explorar el garaje submarino que alberga desde motos acuáticas hasta un submarino y equipo de pesca submarina.
El beach club de casi 250 metros cuadrados incluye bar, horno de pizza, jacuzzi y spa.
Más allá del lujo evidente, el Leviathan funciona con un sistema diésel-eléctrico respaldado por baterías que permite navegación sin emisiones durante períodos extendidos.
Los materiales tradicionales como la teca fueron reemplazados por compuestos más duraderos, mientras que las alfombras de lana natural y la piedra pulida combinan resistencia con confort.
Este enfoque refleja la filosofía de Newell sobre cómo debe construirse un yate no tanto como un juguete de lujo, sino como un ecosistema moderno y complejo que puede llevarlo a él y su mundo a cualquier lugar que elija explorar.
(I)
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