El cambio climático representa una amenaza especial para delfines y orcas porque, a diferencia de las focas que pueden refugiarse en tierra, estos mamíferos marinos han cruzado un umbral evolutivo del que no hay regreso.

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Una investigación confirma lo que los científicos sospechaban, una vez que los mamíferos se vuelven completamente acuáticos, jamás pueden regresar a la vida terrestre, reseña el sitio web Glassalmanac.

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Las orcas están en un punto evolutivo de no retorno.

Un punto evolutivo sin retorno

Tal como lo revela la investigación de 2023, los ancestros de estas especies caminaron sobre cuatro patas hace 50 millones de años, cuando criaturas como el Pakicetus comenzaron su transición del suelo al agua, pero ese capítulo quedó cerrado para siempre.

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El estudio analizó datos de 5 mil 635 especies de mamíferos actuales y extintos, clasificándolos según su grado de adaptación acuática.

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Los investigadores confirmaron que los mamíferos completamente marinos como ballenas, delfines y manatíes nunca regresan a formas capaces de moverse en tierra, mientras que especies semi-acuáticas como focas y nutrias marinas conservan cierta flexibilidad.

Sus cuerpos se han transformado tanto que caminar se volvió imposible.

La razón es clara y es que sus cuerpos se han transformado tanto que caminar se volvió imposible. Las extremidades delanteras son ahora aletas, la columna vertebral funciona como sistema de propulsión, y el tamaño corporal aumentó para regular la temperatura en el agua fría.

Esta especialización extrema que convierte a delfines y orcas en cazadores tan eficaces también los vuelve vulnerables.

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Cuando los océanos cambian sus corrientes, temperaturas o poblaciones de presas, estos animales no tienen plan B.

Las focas pueden buscar refugio en tierra si el mar se vuelve hostil, pero los cetáceos están condenados a adaptarse o desaparecer junto con los ecosistemas marinos que no pueden abandonar. La evolución les cerró la puerta de salida hace millones de años.

(I)

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