La calidad y el estado de las llantas es crucial para el correcto funcionamiento de los neumáticos. Los accidentes de tránsito son la segunda causa de muerte para personas entre los 5 y 29 años y la tercera para personas entre los 30 y 44 años, según cifras de las Naciones Unidas. La lluvia puede afectar el rendimiento de los vehículos e incluso, ser causante de algún siniestro. Por esta razón debe estar pendiente de la condición de los neumáticos del auto.

El momento en el que se debe ser más cuidadoso es cuando la lluvia esta comenzando, esto debido a que la mezcla de grasa, polvo y las primeras gotas de lluvia hacen que la superficie sea resbaladiza y poco adherente. También hay que estar muy alerta cuando la lluvia es tan fuerte que te impide tener una visibilidad completa.

Factores que pueden afectar a los neumáticos

Llantas lisas: Cuando existe desgaste importante del material, llegando incluso a desaparecer el labrado. Este deterioro provoca que al momento de frenar, el conductor pierda el control del vehículo. Además, ocasiona falta de adherencia al piso, generando inestabilidad durante la conducción.

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En Ecuador, conducir un auto con las llantas lisas es motivo de sanción; el artículo 383 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece una pena de 5 a 15 días de privación de libertad y cinco puntos menos en la licencia de conducir en el caso de automóviles. Para el transporte público, la sanción es del doble de días y puntos.

Baches: Los baches son altamente peligrosos para las llantas, ya que dependiendo de la profundidad, forma y tipo de superficie pueden dañarlas seriamente, inclusive romperlas y provocar su estallido en pleno movimiento.

Sobrecarga: Este aspecto puede generar un desgaste prematuro, esto debido a que ejercerá demasiada presión sobre las llantas, lo que además aumenta el riesgo de pinchazos o reventones.

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Conducir a alta velocidad: Conducir a altas velocidades puede aumentar el desgaste de las llantas, especialmente en carreteras con muchas curvas. Además, disminuye el tiempo de reacción frente a baches o obstáculos en la vía que podrían dañar las llantas.

Falta de mantenimiento: Esto puede provocar desgastes, falta de aire y otros problemas más. Es importante revisar regularmente la presión de aire, la banda de rodadura y realizar rotaciones y balanceos.

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Presión incorrecta: Si las llantas no tienen suficiente aire, pueden sobrecalentarse y desgastarse más rápidamente, mientras que una presión excesiva puede causar un desgaste irregular y reducir la adherencia de la llanta al suelo. (I)