Cuando el vehículo se pone en marcha, varios componentes se exponen a diferentes exigencias. Uno de ellos es el rendimiento del embrague, cuya actividad resulta fundamental para un automóvil mecánico. Aquella transmisión es con la que cuenta la gran mayoría de los automóviles en nuestro país, a pesar de que los automáticos se están abriendo paso en el mercado lentamente.