Ya ha pasado un año desde que el príncipe Enrique y Meghan Markle anunciaron que abandonaban la realeza para ser independientes y empezar una nueva vida.

Pese a lo complicado que ha sido el 2020, al parecer la pareja no se arrepiente de la decisión que tomó, según una fuente cerca a los duques de Sussex. “Meghan y Enrique dieron un gran salto de fe para embarcarse en una nueva vida”, dijo la fuente a la revista People.

El nuevo rumbo que tomaron no solo cambió sus vidas, sino también la interacción dentro de la familia real. Según el historiador Robert Lacey, Enrique siempre se sintió marginado por su papel de “repuesto” en la línea de sucesión al trono, un asunto que ha afectado a varias generaciones de hermanos, incluyendo a la reina Isabel II y a su hermana, Margarita, se indica en una publicación del sitio web Quién.

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“Finalmente encontró una solución: esencialmente salir y comenzar una nueva vida. Permanecer en el sistema real es estar de acuerdo con la sumisión de aquellos de más alto rango que tú. Él ha afirmado su propia identidad”, indicó Lacey.

Al dejar la realeza tuvieron que empezar desde cero, porque además debieron comenzar a trabajar para ganar sus propios recursos y lograr finalmente la independencia económica. “Siempre fue un sueño ser económicamente independientes y pagar su propio camino”, añadió la fuente cercana.

“El sueño comenzó con mucha emoción y anticipación. Enrique finalmente estaba haciendo lo que había querido hacer durante años y tener a Meghan y Archie con él, era todo lo que podía haber pedido”, dijo la fuente.

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Entre los planes principales de la pareja estaba poner en marcha su fundación Archewell, pero la pandemia de coronavirus ha retrasado sus planes.

“A pesar de todo lo que ha estado sucediendo este año, no se arrepienten de haberse mudado a Estados Unidos. Les encanta poder concentrarse en proyectos y causas que son importantes para ellos”, aseguró otra fuente a la revista People. (I)