El guayaquileño Miguel Ángel Falconí escribe poesía desde los 19 años, actualmente tiene 35. Tenía planeado lanzar su primer libro en el 2013; sin embargo, no tenía la suficiente cantidad de poesías, arreglar ciertos detalles y el ajetreo del día a día lo detuvieron.

Han pasado siete años y durante este tiempo de la cuarentena con panoramas del dolor para millones de personas en el mundo, pero también el replanteamiento de muchos aspectos en la vida y la paralización de trabajo presencial, y en el que también se incluye el de Falconí, lo llevó a la lectura de poesía e historia. "Me animé, empecé a abrir mis poesías antiguas y me di cuenta de que existía un mensaje interesante, yo había escrito poesías aproximadamente durante 15 años", relata.

"Existía un mensaje de una persona que hace 15 años todavía era un adolescente... Viendo como en mis poesías se veía o se percibía estas etapas naturales de la vida. Uno a los 20 años se siente invencible... y dieron como resultado un libro que analiza las etapas de la vida de una persona", agrega.

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El libro está titulado en latín Vae, puto deus fio y significa 'Ay de mí, creo que me estoy convirtiendo en un Dios'. La frase fue dicha por el emperador Vespasiano antes de su muerte. "Creo que engloba perfectamente lo que quiero expresar en el libro... porque nosotros cuando nos damos cuenta de que nos estamos equivocando es cuando ya hemos decidido de alguna manera ser dioses, escoger por nuestra cuenta no escuchar a nadie, nos creemos perfectos... y nos pegamos una recontrachocada tanto en el amor, como en el trabajo y abres los ojos, volteas y miras tu obrar y dices ‘Ay de mí, me ha salido caro esta actitud’...", explica Falconí, quien es profesor del programa de profesionalización de Administración de Empresas y Contabilidad en la Universidad Metropolitana del Ecuador.

El también consultor empresarial indica que poner el nombre del libro en español iba a ser un poco más largo y por ello optó en latín y aparte, dice, tiene un segundo sentido, ya que la palabra "puto" en latín es del verbo creer. "No tiene nada de malo en el término latín (la palabra puto)", reitera.

Está compuesto de siete capítulos, que de acuerdo con Falconí, van desde "lo más superficial y osado, que es la juventud, pasando por las reflexiones de las cosas más pequeñas...".

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  • Osadía y odisea (la experiencia pueril de la juventud y sus problemáticas).
  • Teleología de la nimiedad (poesías de realidades cotidianas profundizadas a nivel filosófico o literario).
  • El cantar del frenesí (rimas románticas dedicadas a la mujer y al amor)
  • Églogas de la entelequia (cuentos de gente trabajadora y de clase media con deseos de superación, referente a su vida, el amor y la suerte).
  • Odas egregias (poesías que reflexionan y meditan sobre cosas profundas de por sí... como el amor, el cielo, la maternidad).
  • La Tetraktys pitagórica: la filosofía de los números y la realidad (es un capítulo de una poesía de 10 sonetos).
  • Lírica sacral (dedicado a lo sagrado... Dios religión y piedad).

Extracto tomado del poema Oda del amor a la locura. M.A.F. 2014: "El amor, por el muchos viven, airados, libres de temer; es por el que también, muchos temen, de verdad esas aguas, empezar a beber". "Y es que, al sonreír, un pedazo de alma o una lágrima pueril, deja al hombre varonil, expuesto a merced del vil: De no amar sin sufrir... y de sufrir al no amar".

Datos

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Falconí también es artista plástico, coach, líder y conferencista en temas de desarrollo humano empresarial, conciencia de responsabilidad social interna, gestión del cambio, servicio al cliente y ventas.

Vae, puto deus fio tendrá un costo de $4,99 y será lanzado virtualmente a mediados de este mes. (I)